La Policía ha detenido la tarde del jueves al empresario Miguel Ángel Flores, el dueño de Diviertt y el principal acusado en el »caso Madrid Arena», donde murieron cinco menores, por el alto riesgo de fuga.
El dueño de Diviertt había quedado en libertad después de ser interrogado por el juez instructor, Eduardo López Palop, pero nuevas informaciones apuntaban a que Flores, imputado por cinco delitos de homicidio por imprudencia, podría estar preparando su huida de España.
El juez Palop tiene previsto interrogarle de nuevo el viernes por la mañana ante las nuevas pruebas que podrían demostrar la responsabilidad de su empresa en la tragedia.
Flores es un hombre muy conocido en el mundo de la noche y de las fiestas. Según informa »El Mundo», este empresario comenzó con pequeñas discotecas como plan de negocio y poco a poco se convirtió en un magnate de la noche española. Tiene a su cargo 24 sociedades en las cuales es administrador único en gran parte de ellas.
Su relación con el mundo de la política se ha ido devaluando año tras años. No hace mucho, Flores tenía una magnífica realción con los altos cargos del Ayuntamiento de Madrid pero esa relevancia ha perdido peso como se pudo ver en el concurso de tres macrofiestas en la Casa de Campo al que no fue invitado.
Una de las empresas más fructíferas que tuvo Flores fue la sala Macumba en Madrid. Con ella ganó millones pero las relaciones que mantenía con su socio, Antonio Aguilar, no llegaron a buen puerto.
Su gran fracaso fue el intento de reapertura de Alcalá 20, la discoteca en la que murieron 82 personas en 1983. La reabrió sin licencia y gracias al apoyo de Pedro Calvo y Miguel Ángel Villanueva pudo solventar dos órdenes de clausura.