Lasarte demostró ser frío, no tener ningún tipo de remordimientos a la hora de matar a José Manuel Olarte. La historia del asesinato lo demuestra. La noche del 27 de julio de 1994, Valentín Lasarte se encontró casualmente con el empresario José Manuel Olarte, que cenaba con amigos en un restaurante de San Sebastián. Al reconocerle en el mismo restaurante, acudió a su casa para coger con una pistola y volvió al local para asesinarle a sangre fría y por la espalda. Después, huyó con la ayuda de otro terrorista. Olarte tenía 42 años y estaba soltero.
Lo hizo sin que ETA se los mandara, a motu propio
Según el relato de Lasarte Oliden en su declaración ante el juez Garzón en marzo de 1996, él se encontró con Olarte de forma casual, cuando acudió a tomar café al establecimiento donde estaba el empresario con sus amigos, después de haber celebrado el cumpleaños de su padre. Al verle, el asesino se fue a su domicilio, muy cerca de la sociedad gastronómica, cogió una pistola de tiro olímpico que había comprado en Hendaya (Francia) y regresó al local para tirotear a José Manuel.
Durante su declaración judicial, confesó que no había recibido ninguna orden de la dirección de la banda, sino que lo hizo motu proprio. Se da la paradaoja de que el restaurante se encontraba a 300 metros de donde Lasarte señaló a otra de sus víctimas, Jose Antonio Santamaría Vaqueriza. Olarte sabía que era objetivo de ETA pero no cambió sus hábitos. En 1997 la Audiencia Nacional condenó a 29 años de reclusión mayor a Valentín Lasarte Oliden por el asesinato de Olarte Urreizti.