España podría ganar hasta un 23,3% de productividad con una jornada laboral continua, típica del modelo británico. Un estudio llevado a cabo por el Gobierno vasco concluye que trabajar sin pausa (o con media hora para comer) incrementa la productividad, mejora la formación y el clima laboral, y reduce el estrés y el absentismo. La conclusión: se ganarían tres horas de tiempo libre y aumentaría la eficiencia en el trabajo.
El Congreso ha aprobado una propuesta, que partió de la Comisión para la Racionalización de los Horarios (ARHOE), para que la jornada laboral se ajuste al modelo británico y, de paso, se retrase una hora el reloj, es decir, recuperar el uso horario de Greenwich. Esta comisión sostiene que la jornada continua supone un ahorro energético y favorece la eficiencia y la productividad. Además, los trabajadoresm estarán más motivados.
La jornada laboral en España empieza una hora más tarde que en Europa -sin tener en cuenta el desfase del uso horario- y acaba a las ocho de la tarde. Además, los españoles trabajan 232 horas más que los europeos, pero producen la mitad, según un estudio del IESE y Addeco. Bélgica es el país europeo más productivo y, sin embargo, dedica 113 horas menos al trabajo.
Según la OCDE, trabajamos 1.690 horas al año, menos que EEUU (1.787), Israel (1.890) e Italia (1.774), pero más que Finlandia (1.684), Reino Unido (1.625), Bélgica (1.577), Francia (1.476), Noruega (1.426) y Alemania (1.379), entre otros.
En el informe aprobado por el Congreso se incide en que adaptarse al horario británico mejoraría la conciliación laboral y profesional y permitiría disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal o el ocio, al tiempo que evitarían tiempos muertos en la jornada laboral.
La reforma supondría modificar los usos y costumbres –horas de levantarse, de acostarse, horarios televisivos, espectáculos… En el caso de la televisión, establecer que el prime time acabe a las 23:00 horas.
Hay expertos que relacionan una jornada flexible y continua, la que se aplica en el norte de Europa y países anglosajones, con una mejora económica. La Presidenta del Círculo de Empresarios y de Seguriber Humano, Mónica de Oriol, destaca que las empresas que flexibilizan los horarios de los trabajadores consiguen que estos estén más implicados y en tiempos de crisis les va mejor que a otras. En su opinión, la conciliación pasa por el teletrabajo y flexibilidad. Por cierto, que el teletrabajo puede llegar a aumentar la productividad hasta un 15%.
El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), Ignacio Buqueras, ha explicado a Efe que las jornadas laborales no deberían acabar más tarde de las 18:00 horas. A su juicio, el español no da excesivo valor al tiempo, porque nadie le ha enseñado a gestionarlo bien. Sobre las costumbres en España, se muestra crítico: no ve necesario dedicar al almuerzo dos o tres horas, ni ve oportuno llegar al trabajo y a la hora o las dos horas hacer un alto, que suele alargarse cerca de una hora, para desayunar.
Sobre los horarios comerciales, Buqueras se muestra partidario de la «libertad y la flexibilidad», porque hay diversos tipos de negocios: no es igual una tienda del centro de una ciudad que una ubicada en un barrio dormitorio.
Lo que sí pide es acabar con el »prime time» tardío. Por culpa de máxima audiencia nocturna, «disfrutamos de 53 minutos menos de sueño que la media europea y esto afecta gravemente a la productividad, al absentismo laboral, al estrés y a la siniestralidad laboral e incluso el fracaso escolar. Lideramos estos tres últimos conceptos en Europa».