Eduardo Madina, bilbaíno de 38 años y actual secretario general del grupo socialista en el Congreso, presentó su candidatura a liderar el futuro del PSOE en el Senado frente a la estatua de Ramón Rubial, el primer lehendakari tras la dictadura franquista y líder político de los socialistas vascos.
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Desde su partido, se dice de él que busca «convencer en voz baja» con un discurso directo, sosegado y tranquilo.
En numerosas ocasiones, se ha mostrado partidario por un giro a la izquierda del PSOE y contrario a pactar con el PP. Él mismo lo ha valorado como un proyecto político «valiente, de transformación y de cambio».
Madina apuesta por devolver a la ciudadanía el poder mediante primarias abiertas para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno de España, las CCAA y los alcaldes.
En la web del candidato, se compromete a ser ejemplo para la ciudadanía. Para ello, Madina aboga por un código ético estricto que garantice la renuncia al cargo en caso de imputación, eliminar las incompatibilidades con cargos públicos y la imposibilidad de, despúes de dejar el puesto, realizar tareas de asesoramiento en empresas privadas. Además, apuesta por limitar el número de mandatos y el debate entre militantes y simpatizantes en los procesos de toma de decisión.
Como solución al referéndum independentista, el candidato vasco propone incluir en su programa una reforma constitucional de carácter federal, al igual que la posición oficial de su partido. En este sentido, Madina aboga por proporcionar a las comunidades mejor financiación y más competencias y realizar una reforma del Senado para coordinar el trabajo legislativo y competencial.
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También ha criticado que el gobierno de Rajoy se está «cargando» la sanidad y la educación pública y que en España están retrocedientdo los derechos de los trabajadores y las mujeres. Si llega a gobernar, derogará la Ley del aborto de Gallardón en el caso de que se llegue a aprobar.