Este domingo reabren sus puertas los colegios de Nepal después de los terremotos del 25 de abril y del 12 de mayo, que destruyeron cerca de 25.000 escuelas, pero la ONG Plan Internacional teme que alrededor de 870.000 niños de entre 3 y 18 años no puedan regresar a clase. Cerca de 14.000 niños cuyas escuelas fueron destruidas o gravemente dañadas en los dos terremotos están teniendo clase en centros temporales de aprendizaje por primera vez en cinco semanas, utilizando materiales y kits educativos, de ocio y de primera infancia proporcionados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otros aliados.
Las clases quedaron interrumpidas después del seísmo de magnitud 7,8 que azotó Nepal el pasado 25 de abril, en el que murieron casi 9.000 personas y otras 17.000 resultaron heridas, y estaba previsto que se reanudaran el 15 de mayo, pero el Gobierno nepalés acordó aplazar la reapertura de los colegios hasta este domingo tras el terremoto del 12 de mayo.
Sin embargo, Plan Internacional calculó que unos 870.000 alumnos no pueden volver a las aulas y varios miles más necesitarán apoyo para acceder a la educación de nuevo. No en vano, cerca de 25.000 escuelas quedaron destruidas con los terremotos y unas 10.000 aulas quedaron dañadas.
Mattias Bryneson, director general de Plan Internacional en Nepal, señaló que “cuando las escuelas cierran, el peligro de abandono escolar aumenta exponencialmente” y los menores quedan expuestos a “un mayor riesgo de explotación y a la trata”. “Por ello, es crucial que se abran centros educativos temporales para garantizar un entorno seguro”, añadió.
«Dado el nivel de destrucción que escuelas y centros educativos sufrieron en los distritos más afectados, este es un primer paso para garantizar la educación de estos niños», apunta UNICEF, que remarca los «esfuerzos adicionales para promover de forma urgente la vuelta a la escuela de muchos más niños».
«La evidencia muestra que los niños que dejan de ir a la escuela durante periodos prolongados de tiempo tras un desastre, tienen cada vez menos probabilidades de volver alguna vez a las aulas», explica Tomoo Hozumi, representante de UNICEF Nepal.
Más de 100 equipos de ingenieros de estructuras están trabajando en los distritos afectados para reunir datos sobre el grado de los daños e identificar las aulas seguras e inseguras. Ya se han realizado evaluaciones estructurales en más de 1.230 bloques escolares.
Además, se han creado 137 centros de aprendizaje temporales (TLC), que benefician a unos 14.000 niños en los 16 distritos más afectados por los dos terremotos.
· El 58 % de los ocho millones de dólares en suministros de emergencia de educación planificados ya están listos para ser enviados por UNICEF y, como parte de la campaña en medios de comunicación, se han emitido mensajes clave sobre «la vuelta a la escuela» centrados en la importancia de la educación en situaciones de emergencia y referentes a la seguridad, el acceso universal, y el papel de los padres y las comunidades.
UNICEF remarca, sin embargo, que aún queda mucho por hacer para llegar a los 985.000 niños que no podrán regresar a clase hoy, y que enfrentan un elevado riesgo de abandonar la educación. En total, 32.000 aulas fueron destruidas y 15.352 aulas resultaron dañadas después de los dos grandes terremotos.
«Estamos comprometidos con seguir estableciendo espacios de aprendizaje temporales tan rápido como nos sea posible para que ningún niño se quede fuera de la escuela. Al mismo tiempo, estamos alentando a las familias a enviar a sus hijos a las escuelas que han sido designadas como seguras, e instando a las comunidades a prestar su apoyo a la campaña de Vuelta a la Escuela», informa Hozumi.
«La educación no puede esperar -especialmente en el período inmediatamente posterior a los desastres naturales como los terremotos ocurridos en Nepal», dijo.
«Si bien la reconstrucción de miles de escuelas es, sin duda, una prioridad en la fase de recuperación, si no somos capaces de proporcionar al menos una solución temporal inmediata, corremos el riesgo de perder muchos niños que de otra manera podrían beneficiarse de nuestros esfuerzos para construir de nuevo mejor el sistema educativo», concluye.
“ESPACIOS AMIGOS DE LA INFANCIA”
Plan Internacional ha apoyado a los niños desde el terremoto del 25 de abril con distintas medidas, como el establecimiento de ‘Espacios Amigos de la Infancia’, donde los menores pueden iniciar su camino hacia la recuperación a través de canciones, bailes, teatro y juegos.
Seis de estos espacios ya se han puesto en marcha en los alrededores de Katmandú y 29 más están en curso. El objetivo es establecer un total de 100 centros alrededor de los distritos afectados. La medida supondrá la atención directa a 20.000 niños nepaleses. Una vez que las escuelas reabran, estos lugares servirán, además, como aulas temporales.
Para apoyar el derecho de los niños a ser escuchados, Plan Internacional, en colaboración con otras organizaciones, ha comenzado una ronda de consultas con ellos. Los resultados ayudarán a todos los niveles en la labor de reconstrucción de Nepal y se compartirán con el gobierno del país, Naciones Unidas y el resto de organizaciones humanitarias para instarlas a incluir las necesidades de la infancia en sus planes de recuperación.
“No hay que olvidar que los niños y niñas también tienen una voz, grandes ideas y, habitualmente, una sólida comprensión de cómo pueden ayudar a cambiar el mundo que les rodea. Eso significa que no deberíamos limitarnos a ofrecerles soluciones, sino a preguntarles por sus propias iniciativas», apuntó Bryneson.