Un equipo de profesores de IESE Business School, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, ha realizado un estudio comparativo sobre las medidas que se han aplicado en otros países de Europa en la década del 2000, especialmente en los Estados nórdicos y centroeuropeos, que son los que mejores datos de ocupación presentan.
Esas políticas les permitieron afrontar la crisis económica en mejor situación, sufriendo un menor crecimiento del desempleo durante los peores años de la recesión.
Los expertos del IESE han analizado la viabilidad en nuestro país de esas medidas y han elaborado una lista de 10 propuestas para crear empleo en España a la vez que disminuir el paro, porque son dos cuestiones que hay que afrontar de forma diferente.
Eso sí, estos profesores advierten de que para ser eficaces, deben enmarcarse en un gran pacto social entre Ejecutivo, sindicatos y empresas, tal y como ha sucedido también en los países tomados como modelo: Alemania, Holanda, Austria y Dinamarca.
Estas son las 10 ideas del IESE:
Medidas para crear empleo
- Formación. Conseguir una colaboración eficaz y un compromiso real de las empresas y los centros de formación en el proceso de aprendizaje de los jóvenes, que facilite su incorporación al mercado.
- Recién graduados. Mejorar el contenido del actual contrato en prácticas, dirigido a los jóvenes menores de 30 años, recién graduados, reduciendo las cuotas a la Seguridad Social sin merma en las prestaciones, y consiguiendo un compromiso de las empresas para mantener un porcentaje de sus plantillas de este tipo de contratos en los próximos años, para facilitar la incorporación al mercado de trabajo de este colectivo.
- Jóvenes. Disminuir las retenciones a los jóvenes con contrato de formación o de prácticas.
- Mayores de 50. Ayudar a las empresas con subvenciones estatales o autonómicas para que contraten a trabajadores mayores de 50 años que estén en desempleo y aquellos que tengan especiales cargas familiares.
- Tiempo parcial. Seguir impulsando el contrato a tiempo parcial, con las garantías debidas y las condiciones de trabajo adecuadas, en línea con las medidas que ya está aprobando el Gobierno. Es una fuente de generación de empleo y conciliación de la vida personal y profesional.
- Mercado. Mayor ayuda a los nuevos emprendedores que se incorporan con su propia empresa al mercado laboral, con deducciones en la cuota a la Seguridad Social y facilitándoles financiación para nuevos proyectos y para las contrataciones de personal.
Medidas para disminuir el paro
- Orientación a los parados. Mayor control y seguimiento de los parados con el fin de ofrecerles orientación, en función de sus conocimientos y experiencia, sobre sus salidas profesionales al tiempo que se detentan posibles fraudes.
- Formación continua. Diseño de programas de formación intensivos que estén dirigidos a aquellos sectores y oficios que sean más demandados.
- Agencias de colocación. Reforzar el apoyo y la supervisión de la actuación de las agencias privadas de colocación y conseguir un mayor grado de colaboración con las empresas de trabajo temporal que facilite y agilice la búsqueda de empleo.
- Control. Hacer un seguimiento de los parados para asegurar que realizan una búsqueda activa de trabajo y no rechazan ofertas sin razones.
Rearme moral de la banca
Por otra parte, el IESE Business School debatió hoy las 10 medidas necesarias para el rearme moral de la banca, en su XVIII Simposio Internacional de Ética, Empresa y Sociedad que comenzó hoy y continuará mañana en Barcelona.
«Aunque no toda la responsabilidad en la crisis económico-financiera es de la banca, la lista de prácticas éticamente cuestionables que se le atribuyen es muy significativa», señalaba el profesor del IESE, Domènec Melé. Entre las malas prácticas de la banca a las que se refería, están la colocación de acciones preferentes, venta de productos financieros con activos “tóxicos” ocultos, hipotecas con cláusulas abusivas, remuneraciones y pensiones millonarias a altos directivos de dudosa legitimidad, contribución a crear la burbuja inmobiliaria con créditos más codiciosos que prudentes, ejecución de hipotecas con escasa sensibilidad social para encontrar alternativas, o poca implicación bancaria para facilitar crédito a empresas viables.
Pero para el profesor de ética del IESE, el sector puede dar un giro, ya que es necesario y posible el rearme moral de la banca. Melé señalaba, además, a los presentes que «aunque hay situaciones complejas que sería simplista querer resolver sin mayores profundizaciones, podemos hablar de las 10 medidas esenciales que necesita la banca para su rearme moral»; algunas de las cuales ya están tipificadas por ley.
1. Crear una cultura empresarial de responsabilidad, de modo que el elemento central sea la función ético-social de la banca con razonables beneficios económicos y sociales. Los bancos cumplen su función social moviendo con prudencia el capital que los ahorradores depositan y facilitando el crédito que familias y empresas necesitan para crecer, generar empleo y, en consecuencia, riqueza. Es justamente esta función social lo que justifica el rescate bancario: la caída del sistema financiero habría tenido efectos devastadores no sólo sobre unas entidades concretas, sino sobre toda la actividad económica con riesgo de parálisis para el conjunto de la sociedad.
2. Actuar con transparencia, explicitando información relevante, incluso más allá de la legalidad. El efecto de la titularización de activos tóxicos, así como la colocación de acciones preferentes con información deficiente ha sido devastador, y conviene aprender la lección.
3. Administrar fondos con prudencia y transparencia. El dinero disponible no es sólo del consejo de administración, que con frecuencia sólo son propietarios de un pequeño porcentaje, sino también de miles de pequeños accionistas y ahorradores que se han visto perjudicados por las malas prácticas en este sentido.
4. Otorgar créditos con sentido de responsabilidad ético-social, considerando la actividad a la que van destinados y el valor social de la misma, por ejemplo en la generación de empleo y la creación de riqueza. Rentabilidad y solvencia no agotan la responsabilidad en la gestión de un banco.
5. No utilizar la situación de poder, más información o mayor poderío negociador, abusando de las necesidades de otros. Por ejemplo: imponiendo cláusulas abusivas en hipotecas o abusando de la ignorancia de un ahorrador.
6. Evitar incentivos o presiones perversas para decisiones de inversión. Los clientes a menudo reciben asesoramiento de los empleados de la banca a los que pueden acudir por la confianza que les merecen. Una política corporativa impulsada desde la alta dirección del banco que presione a estos empleados, sin ninguna cautela, puede llevarles a colocar productos financieros que no sean los más convenientes a su perfil inversor.
7. Actuar con imaginación moral y sensibilidad social. La imaginación moral lleva a buscar soluciones creativas éticamente mejores que las usuales. ¿Por qué ha faltado sensibilidad social ante los problemas de devolución de las hipotecas y los consiguientes desahucios? ¿No es posible en muchos casos la dación en pago? La falta de agilidad en la resolución de un problema que afecta directamente a las necesidades básicas de miles de familias indica falta de sensibilidad social.
8. No cooperar a malos comportamientos ajenos, desde la colaboración en blanquear dinero a la ayuda técnica para realizar evasión fiscal fraudulenta a paraísos fiscales.
9. Actuar con sentido de buena ciudadanía: el banco ha de actuar y ser visto como un actor social, que no se despreocupa de los problemas de la sociedad, aunque no estén directamente incluidas en su misión. Muchos bancos ya dedican parte de sus beneficios en actuaciones sociales, muchas de las cuales difícilmente se cubrirían.
10. Asegurar el cumplimiento pero apuntar a la integridad. Tener códigos de conducta bien establecidos y aplicados y otros medios de auto-regulación puede ayudar, pero es necesario ir más allá de su cumplimiento.