El paro subió en 577.000 personas en 2011 respecto a 2010, un 12,3% más, situándose el número total de desempleados en 5.273.600 personas, cifra inédita hasta ahora para la economía española. La tasa de paro escaló al cierre del año pasado hasta el 22,85%, porcentaje 2,5 puntos superior al de 2010, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hecha hoy pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de paro alcanza así su nivel más alto de la serie histórica comparable, que arranca en 2001. Remontándose más atrás, utilizando series no comparables, no se alcanzaba un porcentaje de esta naturaleza desde el primer trimestre de 1995, cuando la tasa de paro llegó a situarse en el 23,49%. En el primer trimestre de 1996, la tasa de paro registró un nivel muy parecido a la de ahora (22,83%), aunque era dos centésimas inferior.
De esta forma, 2011 se convierte en el quinto año consecutivo en el que se incrementa el número de desempleados. En 2007, el paro se incrementó en 117.000 personas, en 2008 subió en 1.280.300 desempleados, en 2009 en 1.118.600 personas y en 2010 se ha incrementado en 370.100 personas. El aumento de 2011 es el tercero más elevado en los últimos cinco años, periodo en el que la crisis se ha cebado con el mercado laboral español.
A esa cifra de casi 5,3 millones de desempleados, inferior a los 5,4 millones previstos por el Gobierno, se ha llegado después de que el paro se incrementara en el último trimestre de 2011 en 295.300 desempleados, un 5,9% más que en el tercer trimestre.
Los jóvenes a la cabeza del desempleo
En concreto, de los 600.600 empleos que desaparecieron el año pasado, 356.600 se concentraban en este grupo de edad, principalmente entre los de 20 y 29 años, lo que supone el 59,37% de toda la ocupación perdida en el ejercicio. Casi seis de cada diez empleos destruidos en 2011 los ocupaban jóvenes de entre 16 y 29 años, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, los jóvenes de 25 a 29 años sufrieron la destrucción de 169.500 empleos en 2011 (-8,2%), mientras que en la franja de edad de 20 a 24 años se perdieron 156.000 puestos de trabajo (-15,6%). Entre los jóvenes de 16 a 19 años, la ocupación se redujo el año pasado en 31.100 personas, siendo este colectivo el que padeció el mayor descenso porcentual, con un -25,2% respecto a 2010.
Sin embargo, en valores absolutos, el mayor retroceso del empleo se lo anotaron los trabajadores de entre 30 y 34 años, con una caída de la ocupación de 185.200 personas (-6,5%). En el resto de franjas de edad también se destruyó empleo el año pasado, salvo entre los de 50 y 54 años, que ganaron 23.100 puestos de trabajo (+1,1%) y entre los de 55 años y más, donde se crearon 62.400 empleos (+2,6%).
La EPA del cuarto trimestre de 2011 refleja un aumento anual del número de parados entre los jóvenes de 20 a 29 años de 70.000 personas.
En concreto, los parados de 20 a 24 años aumentaron en 52.400 desempleados (+8,41%), mientras que los de 25 a 29 años se incrementaron en 17.600 (+2,4%). Por el contrario, entre los jóvenes de 16 a 19 años, el desempleo se redujo en 8.900 parados durante 2011. El desempleo juvenil es uno de los problemas más graves de la economía española. A cierre de 2011, la tasa de paro de los jóvenes de 16 a 24 años se situó en el 48,5%, frente al 42,8% de 2010, lo que supone una diferencia de casi seis puntos.
Si se toma en cuenta también a los jóvenes de 25 a 29 años, la tasa de desempleo juvenil (16 a 29 años) se situó al finalizar el año pasado en el 36,4%, frente al 32,8% de 2010.
Se destruyen más del doble de empleos que en 2010
Al igual que el repunte del paro en 2011 fue sensiblemente superior al de 2010, el número de empleos destruidos el año pasado duplicó con creces al del ejercicio precedente. Así, en 2011 se destruyeron 600.600 puestos de trabajo (-3,2%), frente a los 237.800 que se perdieron en 2010. En 2008, los empleos perdidos fueron algo más de 600.000.
En el último trimestre de 2011, el número de ocupados se redujo en 348.700 personas (-1,92%), cerrándose el ejercicio con 17.807.500 ocupados. La cifra de ocupados no bajaba de los 18 millones de personas en España desde el segundo trimestre de 2004.
En términos cuantitativos, la destrucción de empleo afectó más a los españoles que a los extranjeros. De hecho, casi dos de cada tres empleos perdidos en 2011 estaban ocupados por españoles. En concreto, los extranjeros redujeron su ocupación en 213.900 personas (-8,5%), frente a los 386.700 empleos que perdieron los trabajadores nacionales (-3,4%) el año pasado.
Por su parte, el número de activos se redujo en 23.600 personas en 2011, un 0,1% respecto a 2010, con lo que la población activa quedó constituida por 23.081.200 personas y la tasa de actividad se mantuvo prácticamente estable respecto a la del ejercicio 2010, al situarse en el 59,94%. En el cuarto trimestre del año pasado, el volumen de activos se redujo en 53.400 personas, un 0,2% respecto al trimestre anterior.
Los parados de larga duración suben un 13% en 2011
Durante el pasado año, el desempleo aumentó algo más entre los hombres que entre las mujeres. De esta forma, el paro femenino creció en 282.200 personas (+13,1%), mientras que el masculino lo hizo en 294.800 personas (+11,6%). Con estos datos, la tasa de paro masculina se situó en el 22,46% y la femenina en el 23,32%, con un incremento anual de 2,5 puntos en ambos casos.
Desagregando los datos por nacionalidades, el paro de los españoles aumentó en 2011 en 446.600 personas (+12,4%), en tanto que los extranjeros en situación de desempleo subieron en 130.400 personas (+11,9%). De esta forma, casi ocho de cada diez personas que se quedaron en desempleo en 2011 eran españoles, situándose su tasa de paro en el 20,69%, 2,2 puntos más que un año atrás, mientras que la de los extranjeros escaló 4,4 puntos, hasta el 34,8%.
Por sectores, el desempleo aumentó en todos ellos, principalmente en el colectivo de parados de larga duración (más de un año en desempleo), con 270.000 parados más el pasado año (+13,2%), seguido de los servicios, con 191.400 parados más (+13,6%), y del colectivo que busca su primer empleo, que sumó 86.400 parados, experimentando el mayor repunte porcentual de todos los sectores (+24,2%).
Por su parte, la industria elevó su cifra de parados en 15.000 personas (+6,5%), la construcción en 13.600 (+3,1%), y la agricultura en 600 desempleados (+0,3%).
Dos de cada tres empleos destruidos eran ocupado por hombres
Por otro lado, el descenso de la ocupación afectó especialmente a los hombres. Así, mientras que las mujeres perdieron 196.600 puestos de trabajo el año pasado (-2,4%), los varones perdieron 404.000 empleos, con un descenso porcentual del 3,9%, aglutinando dos de cada tres empleos perdidos en el año.
La caída de la actividad se dejó sentir sólo entre los hombres. Al finalizar 2011, un total de 85.600 mujeres más querían trabajar (+0,8%), con lo que la tasa de actividad femenina se situó en el 52,93%, tres décimas más que en 2010. Entre los hombres, la actividad bajó en 109.200 personas durante el pasado ejercicio, un 0,8% menos, hasta situarse su tasa en el 67,3%, cuatro décimas inferior a la de hace un año.
Solo la agricultura creó empleo en 2011
La destrucción de empleo en 2011 afectó a todos los sectores, menos a la agricultura, que creó 400 puestos de trabajo (+0,5%). En los demás sectores se destruyó empleo, con la construcción a la cabeza. El »ladrillo» perdió 295.600 puestos de trabajo (-18,8%), mientras que los servicios destruyeron 212.500 ocupaciones (-1,6%) y la industria vio desaparecer 96.500 empleos (-3,7%).
En el último año, el número de asalariados disminuyó en 485.000 personas (-3,2%), de los que 95.900 tenían contrato temporal (-2,5%) y 389.100 tenían contrato indefinido (-3,4%).
En el último trimestre de 2011, los asalariados indefinidos bajaron en 104.200, un 0,9% respecto al trimestre anterior, en tanto que los temporales descendieron en 246.000 (-6,2%), situándose la tasa de temporalidad en el 24,98%, más de un punto por debajo que en el tercer trimestre de 2010.
Prácticamente todo el empleo destruido el pasado año fue a tiempo completo (-584.700), un 3,7% menos, frente al descenso de 16.000 trabajos a tiempo parcial (-0,6%). Por su parte, los trabajadores por cuenta propia descendieron el pasado año en 115.500 personas (-3,7%), lo que situó el número total de empleados por cuenta propia en 2.968.700 personas.
Andalucía y Canarias, líderes en desempleo
La incorporación de activos al mercado laboral ha sido especialmente significativa este trimestre en Comunitat Valenciana (23.700) y Andalucía (12.400). Por el contrario, en Cataluña e Illes Balears se observan los mayores descensos del número de activos (más de 34.000 en ambos casos). En los últimos 12 meses el número de activos ha crecido en 21.600 personas en Andalucía, 19.900 en Canarias, 16.700 en Galicia y 14.000 en Castilla – La Mancha, mientras que ha descendido en 73.600 en Comunidad de Madrid y en 38.100 en Cataluña. Los mayores descensos de ocupación de este trimestre se dan en Illes Balears (71.000 ocupados menos), Cataluña (69.800) y Comunidad de Madrid (52.300).
La disminución más acusada del número de ocupados en los últimos 12 meses se produce en Comunidad de Madrid (155.000 ocupados menos), Cataluña (126.700) y Andalucía (99.500). En cuanto al paro, los mayores incrementos se dan este trimestre en Comunidad de Madrid (50.300 parados más), Illes Balears (36.900) y Cataluña (33.400). Por su parte, las comunidades con mayores incrementos interanuales del paro son Andalucía (121.100 parados más), Cataluña (88.700) y Comunidad de Madrid (81.300).
País Vasco y Comunidad Foral de Navarra tienen tasas de paro inferiores al 14%. En el extremo opuesto, Canarias y Andalucía presentan tasas superiores al 30%. Las tasas de actividad oscilan este trimestre entre el 64,36% de Illes Balears y el 51,74% de Principado de Asturias.