El problema está en la base. Esta es una de las frases más repetidas en el ámbito universitario cuando un joven tiene problema con las matemáticas. Durante la adolescencia los profesores han hincapié en que las bases sean solidad para que luego los alumnos no tenga problemas en los cursos superiores. Sin embargo, este problema es una realidad.
“A la universidad nos llegan alumnos que no saben sumar fracciones, lo hacen mal y no se dan cuenta. Esto es materia de primaria y si se hace mal el alumno va a tener muchos problemas para continuar con su formación”, explica el profesor de matemática y coautor del libro ‘Tu hijo puede ser un genio de las mates’, Fernando Blasco.
Este experto destaca que el problema parte en el ámbito de trabajo. “Los estudiantes no pasan media hora delante de una hoja en blanco pensando un problema. Abandonan antes y esto es un error. Llevamos una vida demasiado acelerada que no nos deja invertir el tiempo en pensar y deducir. Los alumnos tiene que pensar los problemas y lo ejercicios porque las matemáticas requieren tiempo, pausa y pensar”, destaca Blasco
Fernando Blasco señala que todos los niños están capacitados para hacer los problemas simples de las matemáticas aunque destaca que “la motivación para hacerlos es la clave fundamental. La gente dice: yo no voy a ser capaz y lo dejan. No hay que hacer eso, hay que intentar introducir las matemáticas en la vida cotidiana de los niños para incentivarles de alguna manera”.
No a la memoria, sí a la deducción, este es el librillo de este profesor. Blasco resalta que no hace falta aprenderse las formulas porque se pueden deducir. “Yo siempre que hago problemas no los preparo, me gusta que los alumnos me vean como razono, como hago cada paso para que ellos también aprendan. Igual pasa con las formulas, si se saben deducir no hay que aprenderse nada. Saber mates no es memorizar es hacer todo lo demás”, apunta.
Como las fracciones son el principal problema de los jóvenes este experto nos da unas pautas para que desde niños sepan lo que son. “Es muy importante que el niño entienda que es una fracción, esto se les puede explicar, por ejemplo, el día que van a comer una pizza en casa. Cuando se vaya a cortar en trozos hay que decirles cuantas partes hay y las fracciones que se va a comer. Lo mismo pasa si, por ejemplo, tenemos un plato cuadrado en casa. También podemos proponerles problemas sencillos para que vayan sumando fracciones con las cosas del día a día. Hay que tener en cuenta que las operaciones con fracciones como la suma son un fallo que se suele ir arrastrando en las etapas posteriores de la educación”, concluye.