En el conjunto de la Unión Europea (UE), los precios registraron en julio una subida interanual del 2,2%, una décima más que en junio y la tasa de inflación más elevada desde diciembre de 2012.
El repunte de los precios durante el mes de julio refleja una subida del coste de la energía del 9,5%, frente al alza interanual del 8% registrada en junio, así como un encarecimiento del 1,4% de los servicios, una décima por encima de la subida del mes anterior, mientras que el precio de los alimentos frescos aumentó un 2,6%, frente al 2,9% de junio.
Al excluir del cálculo el impacto del precio de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en julio en el 1,4%, una décima más que en junio, mientras que al dejar fuera también de la estimación la evolución del precio de los alimentos frescos la tasa de inflación fue del 1,3%, frente al 1,2% de junio.
De este modo, al no tener en cuenta el impacto de la evolución de la energía, así como de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente de la zona euro alcanzó en julio el 1,1% desde el 0,9% del mes anterior.
En el caso de España, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 2,3% en julio, lo que implica un diferencial de precios desfavorable de dos décimas para la economía española en relación a la zona euro.
Entre los países de la UE, la mayor subida de precios interanual se registró en Rumanía (4,3%), por delante de Bulgaria (3,6%) y Estonia (3,3%), mientras que las menores tasas de inflación correspondieron a Grecia (0,8%), Dinamarca (0,9%) e Irlanda (1%).