El debate sobre Grecia y el euro, organizado por el Real Instituto Elcano en el Círculo de Bellas Artes de Madrid dejó claro que Grecia necesita tanto las urnas como el impulso del BCE.
No es el día 25, el domingo electoral la única fecha clave para los griegos. Su futuro, como el de todos los países de la UE, se juega en Europa. Evangelos Liaras, investigador del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC) tiene claro que hasta el momento «la campaña se ha caracterizado por ser una campaña del miedo«, ha aclarado. «Es miedo a salir del euro, y miedo también a nuevos recortes». En el transfondo está el auge de la formación de izquierdas Syriza.
Otro de los temas recurrentes de la campaña ha sido el euro. ¿Grexit o no Grexit? Los expertos reunidos en el Real Instituto Elcano, coinciden en afirmar que la salida de Grecia del euro es “imposible”, porque es inviable desde el punto de vista jurídico y político y porque, si se produjera, la crisis se ahondaría mucho más.
Según Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano, “no es tan fácil que un país salga del euro. La salida del euro no se contempla en los tratados. Más allá de dificultades jurídicas es improbable un Grexit (salida de Atemas de la eurozona) porque los griegos no quieren y los socios de la zona tampoco, por la inestabilidad que eso generaría”.
El mismo Tispras ha tenido el gesto de enviar (vía redes sociales) un ¡a carta abierta a los alemanes con el objetivo de que estos pierdan el miedo a que Syriza llegue al Gobierno. En esa carta (leála íntegra), Tsipras señala que los trabajadores alemanes, que trabajan duro, no tienen nada que temer con una victoria de Syriza. El líder de la formación señala que los alemanes deben olvidar tener ideas preconcebidas y señala que el estado griego debe ser capaz de pagar sus deudas, sí, pero que resulta imposible si la austeridad se empeña en tratar un problema de insolvencia como si fuera falta de liquidez.
El líder de Syriza sorprende al decir que los alemanes prestaron a Grecia demasiado dinero para arrojarlo en un pozo sin fondo. Y califica de insulto el hecho de que se habla de la recuperación griega cuando el crecimiento se basa en que los precios bajaron aún más rápido que los ingresos. Nuestro objetivo es, más bien, la estabilización del país, el equilibrio presupuestario.
Todos también coinciden que no habrá grandes cambios tras las elecciones. Ignacio Molina, investigador del Real Instituto Elcano, cree que si Francia e Italia “no han podido moldear a Alemania, mucho menos lo va a poder hacer Grecia”.
“No hay que esperar que un gobierno de Syriza vaya a cambiar mucho las cosas, no hay que esperar un escenario catastrófico ni grandes cambios, sino pequeños cambios tras una negociación política”.
El economista José Carlos Díez, profesor de la Universidad de Alcalá, apunta que, además de la deuda y pobreza severa, Grecia tiene otros dos problemas: “la bajísima productividad y un problema institucional que impide que crezca la economía de mercado”.
En su opinión, una quita de la deuda griega sería un desastre para el sistema bancario de ese país y propuso un plan centrado fundamentalmente en “el crecimiento de Europa”. Díez también propuso “una especie de Plan Juncker, pero diferente al que se ha propuesto ahora, que está condenado al fracaso” de al menos 700.000 millones de euros financiado con eurobonos y no recurriendo a la iniciativa privada. Se trataría de un plan Brady, que contemplaría quita e inversión publica. Aunque Díez es escéptico: «al final, “es un juego que se resolverá entre las cuatro grandes economías de la eurozona( Fracia, Italia, Alemania y España), concluye.