En concreto, SCA ha anunciado el lanzamiento de un nuevo programa de eficiencia enfocado en el negocio de higiene personal de la compañía, que actualmente representa el 80% de su facturación, con el objetivo de reducir los costes anuales en 300 millones de euros.
Según explicó el presidente y consejero delegado de SCA, Jan Johansson, este nuevo programa tendrá un impacto pleno en 2015 y supondrá el recorte de 1.500 empleos, lo que se traducirá en unos costes de 100 millones para la empresa.
De momento no se ha concretado en qué países se realizarán los despidos. Según los últimos datos, en España, SCA emplea a cerca de 1.000 personas y tiene tres centros de producción, uno en Sant Joan de Mediona (Barcelona) y otras dos en Puigpelat y La Riba, Tarragona.
Este ajuste afectará al 4% del total de una plantilla formada por 37.000 personas que trabajan en un centenar de países. España representa su séptimo mercado en ventas.
Por otro lado, la multinacional destacó que la integración del negocio de tisú en Europa de la estadounidense Georgia-Pacific, que adquirió el pasado mes de julio, «progresa en línea o mejor de lo previsto» y se espera que proporcione sinergias costes de 125 millones anuales, con efecto pleno a partir del tercer año.
En el tercer trimestre del año, los ingresos de SCA aumentaron un 7% y el beneficio antes de impuestos un 18%.
El pasado mes de octubre, la estadounidense Kimberly Clark (marca Huggies), competidora de SCA, anunció su decisión de cerrar o vender cinco fábricas en Europa, entre ellas la que mantiene en la localidad española de Calatayud, y transferir parte de la producción a otras instalaciones para mejorar la rentabilidad global, lo que desembocará en el recorte de entre 1.300 y 1.500 puestos de trabajo en Europa.