El euro ha cerrado hoy cotizando en 1,3569 dólares. Ha alcanzado así un nivel máximo de mediados de noviembre de 2011. La moneda única europea ya lleva varios meses al alza. Frente al yen se cambia a 123,33 yenes, la tasa más alta frente a la moneda japonesa desde mayo de 2010, y también con la libra esterlina, siendo un euro igual a 0,8587 libras, otro tope de diciembre de 2011.
“Casi parecería un misterio explicar por qué sube el euro. Con los tipos bajos y la situación en Europa no parece tan evidente el motivo por el que la moneda se encuentra tan alta, por el que los especuladores compran una moneda con futuro incierto”, reflexiona José Villacís, profesor de macroeconomía de la Universidad CEU San Pablo.
Es la guerra de divisas. “En su último informe el FMI ya se mostró preocupado por el peligro encubierto de una guerra de divisas. También en el Foro Económico de Davos, se ha hablado mucho de esta posible reapertura de la guerra de divisas. Detrás de esa guerra estaría Japón, secundada por Estados Unidos. El ministro de finanzas japonés, cuya economía está estancada, quiere debilitar el yen para así fortalecer sus exportaciones”, advierte Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB.
Al igual que España se apoya en sus exportaciones para salir del bache económico, Japón e incluso Estados Unidos, tienen interés en que sus divisas se mantengan a la baja.
Un fenómeno que podría representar precisamente un peligro para España que apuesta como caballo ganador por las exportaciones. “Castigará a nuestras exportaciones pero no demasiado. La fortaleza del euro frenará un poco nuestras exportaciones, pero seguirán creciendo porque en productividad no andamos mal. En ese sentido podríamos decir que la crisis nos ha purificad”, tranquiliza Villacís.
Es decir, España, que es uno de los pocos países europeos que gracias a la moderación salarial está ganando productividad mes a mes, todavía podría amortiguar las consecuencias, sobre las exportaciones, de la subida de su moneda.
Además, como apunta Bernal, “nuestras exportaciones, nuestros mercados, son principalmente europeos. Es difícil hacer una traslación directa. Nuestros principales clientes son franceses, alemanes, también el Reino Unido, pero esencialmente vendemos a la eurozona”. Con esas, el máximo del euro nos perjudicará si perjudica a nuestros clientes. “La subida del euro, si nos afectará indirectamente, en el sentido que ni a Francia, ni a Alemania les viene bien que las divisas se desestabilicen. Pero ahora mismo, no es para España, un problema tan prioritario, como para Alemania, que sí tiene más negocio fuera de Europa”, concluye el profesor del IEB.