Las negociaciones entre la Autoridad del Canal de Panamá y el consorcio liderado por la española Sacyr acerca de los sobrecostes que está suponiendo la obra de construcción del tercer juego de esclusas del Canal están avanzando y parece que se puede llegar a un acuerdo. El consorcio Amigos del Canal, que ya advirtió que se vería obligado a suspender las obras el próximo 20 de enero si no se resuelven las tensiones de liquidez, demanda un adelanto de 400 millones de dólares – unos 293 millones de euros – mientras que la Autoridad del Canal ofrece unos 134 millones de euros, pero en una inversión conjunta que implicaría la inyección de otros 74 millones por parte del consorcio. Las diferencias no llegan a los 160 millones de euros y ambas partes parecen dispuestas a ceder.
Y todo para que se reanuden unas obras que deben estar terminadas para agosto de este año, cuando se cumple el centenario de la inauguración del Canal – fue el 15 de agosto de 1914 – mientras un arbitraje internacional resuelve el sobrecoste de 1.200 millones de euros que demanda el consorcio Unidos por el Canal, por una serie de carencias en el estudio geológico atribuibles – según su opinión – a la parte contratante, ya que no venían especificados en la convocatoria del concurso. La Autoridad panameña, por su parte, se remite una y otra vez al contrato y asegura que pagará todo lo que esté previsto y avalado por el documento.
El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan Antonio Santamera, nos ofrece las claves del caso.
1- ¿Es normal que haya tanta diferencia entre las ofertas que se presentan a un concurso por una gran obra civil? ¿Puede deducirse que la de Sacyr era demasiado ajustada?
En el caso de Panamá, el precio del proyecto fijado por la Autoridad del Canal para convocar el concurso fue de 3.500 millones de dólares, mientas que la oferta de Sacyr se situó en 3.100 millones de dólares, un 7 % menos, lo que no se puede considerar una baja excesiva.
Hay que pensar que las diferencias en las ofertas pueden tener distinto origen, ya que nadie mejor que las propias empresas conoce sus propios costes, así como la estrategia y oportunidad de ofertar en función de su situación o sus propios intereses. Otra cosa es que, con posterioridad, puedan surgir elementos que cambien o alteren las condiciones de realización y ejecución de la obra y de cumplimiento del contrato.
2- ¿Son normales los modificados en los presupuestos en una gran obra civil?
Las grandes obras de ingeniería, especialmente las que se llevan a cabo en el subsuelo o en las que el agua es un factor determinante, pueden suponer una mayor complejidad y, como es lógico, es más difícil realizar una previsión muy ajustada de costes. Por tanto, de manera más justificada, en estos casos, es normal que se produzca un aumento en el precio final sin que la expresión ‘modificado’ sea adecuada, ya que tal vez se ha utilizado de una manera indebida.
Es decir, estamos hablando de un aumento en el precio por circunstancias sobrevenidas o imprevisibles si tenemos en cuenta además que, en la fase de proyectos, no se pudieron evaluar con un alto grado de precisión y exactitud.
3- ¿Son más habituales esos ‘sobrecostes’ en España que en otros países, por ejemplo Francia, Inglaterra o Alemania?
Bueno, en el mundo de la construcción de grandes obras, hay ejemplos de todo tipo y en todos los países. Así, mientras se han producido incrementos en el coste de construcción de edificios emblemáticos, lo que seguramente está menos justificado, ya que en la edificación debería ser más sencillo acertar con el precio final, en las obras de infraestructuras, en especial como decía antes, cuando interviene el agua o cuando se trata de actuaciones en el subsuelo, debemos contemplar unos márgenes de oscilación porque al final van a ser inevitables.
4- ¿Qué opina de la Ley de Contratos que hay actualmente en España? Es cierto que la UE ha instado en varias ocasiones a su modificación haciéndola más restrictiva, precisamente por este tipo de modificados o sobrecostes en los presupuestos?
En el Colegio de Ingenieros de Caminos estamos en contra del sistema de adjudicación mediante subasta pura. Seguramente hay que abogar por el concurso, o por el concurso subasta. La subasta, que tan solo toma en cuenta el presupuesto de licitación, es perversa porque no considera elementos cualitativos. En esta línea debe ir la legislación. También me gustaría añadir que en España suele ser habitual que los honorarios destinados a la redacción de proyectos de ingeniería sean escasos, así como el plazo para su redacción, lo que no constituye una buena política.
5- ¿Son normales los desfases presupuestarios en las grandes obras civiles? Según ha aparecido en los medios estos días el túnel del Canal de la Mancha se »estiró» de los 9.000 a los 16.000 millones de presupuesto…
Este es un caso especialmente llamativo y, como vemos, seguramente debido a que intervienen los dos elementos más difíciles, subsuelo y agua. Todo ello nos lleva a una conclusión y es que las grandes obras, especialmente en estos casos, son muy complejas y siempre tienen una parte muy difícil de prever con total seguridad. Este ejemplo del Canal de la Mancha, como otras obras de gran envergadura, es un caso claro para comprender las dificultades para que el coste del proyecto sea realmente el final. Esta misma mañana, he oído en las noticias que el Palacio de las Artes en Valencia se había presupuestado en 80 millones de euros y ha costado finalmente 400 millones. Esto sí me parece injustificable.
6- La oferta de Sacyr, aparte de su ajustado presupuesto, tenía una gran calificación técnica y ofrecía mejores prestaciones que sus competidores (casi mil barcos de gran tamaño más al año), ¿no es así? ¿Cree que fue justa ganadora pese a toda la controversia que hubo y a las quejas de sus competidoras?
En efecto, ganó, sobre todo, por ser la mejor oferta técnica, cuya calidad ha sido reconocida posteriormente por la propia Autoridad de Panamá y por cuantos especialistas neutrales han visitado las obras y la ejecución del proyecto que ya ha alcanzado el 70 % del total.
7- Teniendo en cuenta las reclamaciones de unos y de otros, ¿a quién asiste la razón?
Pues seguramente a ninguna de las partes plenamente. La empresa no ha hallado respuesta a los problemas imprevistos en la calidad de la roca a la hora de fabricar el hormigón ni ha encontrado una base de cimentación sólida y segura a la profundidad que se indicó inicialmente. Es decir, estos dos elementos, además de otros como el aumento en el precio de materiales, han encarecido el coste. Ahora bien, lo importante es que las partes puedan dialogar y llegar a un acuerdo que es necesario para todos.
8- ¿Qué pasaría si Sacyr finalmente se retira sin concluir la obra?
Esperemos que no sea así, pero, en todo caso, el contrato ya contemplará todas las posibilidades, habrá un arbitraje internacional en el que se determinarán las consecuencias, indemnizaciones y demás características y opciones de cada una de las partes. Pero no adelantemos acontecimientos y esperemos que se alcance un acuerdo en el plazo que se ha establecido.
9- ¿Va a perjudicar o está perjudicando ya este caso a las contratistas españolas o a la marca España? De momento Sacyr acaba de ganar otra obra de infraestructuras en Qatar…
No nos debe perjudicar porque el prestigio de nuestros profesionales está reconocido en todo el mundo. No sé si alguien ha intentado ocasionar este perjuicio al que usted alude, pero desde luego no lo ha conseguido. Le puedo asegurar que la capacidad profesional, técnica y de conocimientos, así como la contrastada experiencia de los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de nuestro país está por encima de este caso o de otros casos aislados. Todos sabemos que estos casos son noticiables y no los cientos de casos en que todo discurre con normalidad.
10- ¿Cómo creen que va a terminar el caso?
Bueno, sabemos que están negociando dentro de las estipulaciones del contrato y lo deseable es que haya un acuerdo. Es lo que podemos decir sin interferir en la propia libertad de las partes.