Sánchez Llibre ha denominado la iniciativa como un «boicot» que va en contra de los intereses de los ciudadanos, consumidores, empresas y trabajadores de Cataluña, al preguntársele este en rueda de prensa sobre el informe de vivienda de la patronal.
Ha añadido que este tipo de acciones destruyen la cohesión social, que mezclar política y consumo es «anacrónico y que no es del siglo XXI», y que la patronal pondrá todas las herramientas para defender a «todas las empresas catalanas».