- El mercado se dinamiza por dos motivos: el precio de la vivienda ha tocado suelo, sobre todo en Costa el Sol, Madrid, Barcelona, y los créditos son muy favorables. Los bancos han perdido mucho de su saldo en hipotecas residenciales, hasta 170.000 millones de euros que en su máximo. Ahora se cancelan más hipotecas que las que se formalizan. Los bancos dicen: no puedo quedarme sin lo que me da de comer, necesito formalizar más hipotecas para obtener saldo de clientes
- Eso puede llevar a un sobrecalentamiento, a la asunción de riesgos en la concesión de hipotecas. Para los compradores, porque piensan que ya no cae más el precio y el dinero en el banco no renta. Por el lado de los bancos: empiezan a dar más dinero del que se debe. Por ejemplo, el número de hipotecas que conceden más del 80% del precio de la vivienda se ha elevado hasta el 15% desde su mínimo del 10%. En lo peor de la burbuja era el 18%. Es decir, se concede demasiado dinero… bien si tienes trabajo fijo, pero, ¿y si no tienes estabilidad de ingresos?
- Además, como no consiguen recuperar esos 170.000 millones de créditos concedidos con clientes solventes, empiezan a jugar con el valor de tasación, que en las peores de las prácticas se fija entre la tasadora y la inmobiliaria, lo que fue el cáncer del boom inmobiliario.
- Hay un factor que mitiga, y es que se dan más hipotecas a tipo fijo, que no dan sustos en la cuota.