El boletín económico del mes de enero del Banco de España señala que las exportaciones reales de bienes se desaceleraron en noviembre hasta el 4,5% interanual, lo que significa 2,1 puntos porcentuales menos que en octubre, según los datos de Aduanas.
La “ralentización”, bastante generalizada por grupos de productos, fue “particularmente intensa en el caso de los bienes de equipo”. Según se desprende del boletín, las ventas al exterior de bienes de consumo duradero registraron un notable repunte.
Por áreas geográficas, como viene ocurriendo en los últimos meses, las exportaciones comunitarias tuvieron un comportamiento “menos vigoroso” que las destinadas al resto del mundo, entre las que sobresalió la expansión de los mercados de Estados Unidos y Asia emergente, a la que “probablemente” esté contribuyendo la “depreciación del euro”.
En diciembre siguió el dinamismo del turismo receptor. Y es que, las entradas de visitantes extranjeros y pernoctaciones hoteleras arrojaron incrementos en el promedio anual del 7,1% y del 2,6%, respectivamente. Así, el número de turistas extranjeros alcanzó un nuevo máximo histórico en 2014, cifrándose en casi 65 millones de visitantes del resto del mundo.
En lo que respecta al gasto nominal de los turistas –para el cual solo existen datos hasta noviembre-, se ha mostrado un comportamiento algo menos dinámico: el aumento en el número de turistas ha seguido viéndose contrarrestado de forma parcial por los “ligeros descensos del gasto medio por estancia, relacionados con el fuerte crecimiento de la modalidad de alojamiento en establecimientos no hoteleros”.
Importaciones reales de bienes
Como ocurre con las ventas exteriores, también las importaciones reales de bienes atenuaron su dinamismo en noviembre, al avanzar un 4,3% -fue de un 9,9% en octubre-. La desaceleración afectó tanto a las compras a los países de la UE como a las que tienen por origen el resto del mundo, si bien estas últimas siguieron creciendo a “mayor ritmo”.
Por grupos de productos, el patrón observado se asemeja al descrito para la vertiente de exportaciones, con una “ralentización notable” de los bienes de equipo y un “repunte de los bienes de consumo duradero”. En el tercer trimestre, la capacidad de financiación de la nación disminuyó cuatro décimas en términos acumulados de cuatro trimestres, hasta el 0,6% del PIB.