Por tercer partido consecutivo, el Barcelona volvió a dejar su portería a cero. La recuperación del entramado defensivo es una de las noticias más positivas del equipo de Luis Enrique en este inicio del curso. Ha ganado en organización y equilibrio el equipo, casi siempre está bien puesto y junto y no sufre.
Frente el Athletic, sólo concedió tres disparos y únicamente dos entre los tres palos. Una tónica que ya se vio en los dos primeros partidos del curso. No en vano, hoy ha tenido que realizar su primera parada, una buena intervención a mano cambiada tras un disparo desde la frontal del área de Beñat. El Elche se fue del Camp Nou sin chutar a puerta y sólo lo hizo tres veces fuera.
Tampoco recibió disparos entre los tres palos en Villarreal, aunque sí que es cierto que el Submarino estrelló dos balones en las maderas.
Responde a muchos factores la mejora del Barcelona en esta faceta respecto a la temporada pasada. Todo comienza en la organización del equipo cuando pierde la pelota. Los jugadores están juntos, bien agrupados y con hambre, lo que hace que recuperen el balón rápido. Ya no hay los océano que hubo el curso pasado y los centrales no viven una tortura. Una de las razones porque este Barcelona está funcionando bien.