A partir de ahora Neymar será más cauto a la hora de hacer gestos de dolor cuando sea objeto de una falta. Ante el Levante y recién comenzada la segunda mitad, el brasileño llevó el nerviosismo y la indecisión al banquillo de Luis Enrique y al final el más perjudicado fue él.
El delantero quedó en tendido fuera del terreno de juego tras un aparatoso golpe con Pedro López, por lo que el árbitro del encuentro, José Luis González Gozález, no paró el juego. El Doctor Ricard Pruna, jefe de los servicios médicos del Barça, recorrió todo el campo para a atender al futbolista, que se quejaba ostensiblemente del tobillo.
Luis Enrique mandó calentar a Sandro Ramírez durante unos segundos y poco después le colocó junto al cuarto árbitro para que entrara al terreno de juego, justo en la otra banda donde Neymar estaba siendo atentido. Segundos después de su ingreso en el campo, Neymar se recuperó ‘milagrosamente‘ e hizo la intención de entrar al campo, pero ya era tarde.
La cara del brasileño era una mezcla de extrañeza y sorpresa. Se enfadó con el médico, que hizo ostensibles gestos pidiendo el cambio para el primer goleador de la noche en el Ciudad de Valencia. El Doctor Pruna intentaba explicarle la situación, quizás diciéndole que el partido estaba muy encaminado y era mejor reservar energías para futuros compromisos.
El cambio le salió bien a Luis Enrique, ya que apenas unos segundos después Sandró hacía el tercero de la noche para el Barcelona tras una gran asistencia de Messi, que ya lleva cinco en este inicio de temporada. Rakitic había marcado el segundo al borde del decanso, mientras que Pedro y el propio Messi cerraron la ‘manita’.