El ciclista español Alejandro Valverde ha reconocido hoy que en la etapa reina de la París-Niza, la quinta, no tuvo su mejor día a pesar de acabar segundo tras el holandés Lieuwe Westra y ha considerado que sigue con opciones para la victoria final.
El ciclista murciano entró en la meta instalada en el Alto de Mende a seis segundo del holandés, y con el mismo tiempo que el líder de la general el británico Bradley Wiggins, tercero, y otro de los aspirantes a la victoria el estadounidense Levi Leipheimer, cuarto.
Aunque insistió en que no había tenido las mejores sensaciones al final de la etapa, precisó que «no ha sido mi mejor día» pero se mostró optimista porque se ha reducido, gracias a las bonificaciones, «un poco las diferencias en la general y subimos puestos».
Valverde insistió en que era una «buena etapa para tratar de sacar ventaja», motivo por el que trabajó el equipo Movistar durante toda la jornada.
«El equipo ha estado sensacional una vez más, pero el ritmo al final era muy exigente y se ha visto con todos los favoritos que se han descolgado», indicó el ciclista español en declaraciones a la web de Movistar.
Para Valverde, la etapa «se ha hecho dura por el ritmo, el recorrido y sobre todo, el frío» por lo que remarcó que «hay que quedarse con lo positivo y estoy satisfecho del día».
Opinó que la cronoescalada del último día «no me va mal», aunque hubiera preferido que fuera «más dura, pero hasta allí quedan todavía dos etapas complicadas, dijo.
«Llevamos a tope desde el prólogo y aquí no te puedes relajar ni un segundo. Son jornadas complicadas, sobre todo la del sábado, con muchos puertos de entidad y nada menos que 220 kilómetros», concluyó Valverde que tras la etapa de hoy se sitúa en cuarta posición a 18 segundos de Wiggins.