A lo alrgo de la historia, muchos jugadores del Madrid han sufrido pitos. Unos los han aguantado y otros no. Por ejemplo emerson, juagdor del Madrid en la 2006-07 se nego a calentar en un partido porque no quería ser pitado. A Iván Campo, los pitos le provocaron una crisis de ansiedad que le tuvo de baja. Y Samuel se llevó la mano al oído cuando marcó un gol con el Real madrid para responder a las pitadas continuas en su única temporada, la 2004-05.
El Bernabéu es un campo exigente, tanto en lo referido a juego como resultados. El pitido del Santiago Bernabéu en un Real Madrid 1 Getafe 0 por el mal juego acabó con Wanderlei Luxemburgo-entonces entrenador del equipo blanco- en la calle. Poco importaba que el Madrid se lelvara los tres puntos, el público estaba harto del »cuadrado mágico» del brasileño y se expresó con dureza. Un público soberano que puede crear un infierno si los juagdores no lo dan todo por unos colores y un escudo.
Álvaro Benito, exjugador del Madrid y actual cantante de Pignoise fue uno de los que no sufrió los pitos, en el campo se le quería, pero relataba el sufrimiento que esto provocaba en algunos compañeros: «Yo sé lo que duele que te piten y es muy duro que el club y el estadio de tus amores te pite. Yo he llegado a tener compañeros que me han dicho que no les pase el balón cuando le pitan, imagina«. Iker y Karim no son los primeros ni serán los últimos. El exigente público del Bernabéu ha llegado a pitar a algunos de los más grandes. Estos son algunos ejemplos:
GUTI: ‘Se ganó el perdón a base de goles’
Jose María Gutiérrez, ‘Guti’ saltó a la fama por su parecido con Fernando Redondo en su peinado cuando jugaba en el filial. Valdano el subió en la temporada 1995-96 y al año siguiente ya tenía ficha del primer equipo con el ‘23’ a la espalda a los mandos de Capello.
Guti era un jugador con muchísima calidad, pero a la vez muy irregular, de rachas, y el Bernabéu no el pasaba las malas. Sobre todo, de Guti no gustaba su excesivo carácter que le llevaba a enzarzarse en peleas que le provocaban tarjetas y expulsiones ‘tontas’ que dejaban al equipo en inferioridad.
Guti superó los pitos a base de goles. Fue Del Bosque el que le reconvirtió en ‘falso ‘9 en la 2000-01 con la lesión de Morientes y sus 14 goles en Liga aquella temporada le dieron el perdón del Bernabéu. No definitivo, porque hubo run-run en algunos malos partidos de Guti, pero ya no era la vorágine de silbidos de sus inicios que provocaban enfados y encares con el público del Bernabéu en algunas jugadas. Guti terminaba abriéndose de brazos como diciendo ¿Qué queréis?
ZIDANE: ‘De presunto gafe a ganador de la Novena’
Cuesta trabajo creerlo, pero Zinedine Zidane, uno de los mejores jugadores de la historia fue pitado en el Bernabéu. ‘Zizou’ fichó por el Real Madrid en la temporada 2001-02 y se dio una curiosa casualidad y era que el Madrid parecía jugar mejor cuando Zidane-que era titular- era sustituido. Se decía que Zidane era “gafe”
Eso se debía, simplemente, a que el francés tenía que adaptarse. Venía de una liga como la italiana, muy diferente a la española y tenía que acoplarse a una plantilla que no había cambiado con respecto al año anterior y que estaba bien ensamblada a los mandos de Del Bosque.
Una vez habituado, Zidane comenzó a deslumbrar. Su doble regate en un partido frente al Deportivo en el Bernabéu fue un regalo de Reyes para todos los aficionados que acudieron al Bernabéu aquella noche del cinco de enero, pero hubo un momento único que convirtió a Zidane en leyenda incuso antes de retirarse.
El gran punto de inflexión para que Zidane se ganase el amor eterno del Bernabéu y del madridismo en general fue su gol que dio al Real Madrid la novena Copa de Europa. “un melón” -según palabras del propio ‘Zizou’ -puesto por Roberto Carlos se convirtió en uno de los mejores goles de la historia de la Copa de Europa tras la volea de Zidane con la zurda.
RONALDO: ‘Su peso le pasó una factura en el Bernabéu’
Otro galáctico pitado. El que ha sido seguro uno de los mejores delanteros de todos los tempo también fue silbado en el Bernabéu. El estar pasado de peso también le perjudicó En su primera temporada marcó 30 goles en 44 partidos entre todas las competiciones, pero cuando le faltaba acierto, pues ni Ronaldo era infalible, había música de viento y gritos de ¡Gordo, gordo! Y es que aquella temporada Ronaldo acumuló una racha de seis partidos sin marcar.
Uno de los partidos que le encumbró fue contra el Atlético de Madrid, un rival que se le daba muy bien a ‘O Fenómeno’. Saque de centro del Madrid para empezar el partido, Ronaldo arranca la moto en la frontal y se va directo a la portería del Atlético defendida por Germán ‘Mono’ Burgos. En una carrera de 14 segundos Ronaldo abrió el marcador para el Real Madrid. Era la temporada 2003-04, su segundo año como madridista.
Ronaldo fue ídolo hasta el final, pues hasta el pichichi de Van Nistelrooy, Ronaldo era aclamado cuando Capello le condenó al banquillo. Ese gol ante el Atlético y sus buenas cifras durante cinco temporadas le habían convertido en un ídolo. Aunque el tiempo acabó dando la razón a Capello con Van Nistelrroy y la salida de ‘Ronie’ en diciembre, el madridismo nunca olvidará a su particular ‘Barrilete Cósmico’.
MICHEL: ‘El incomprendido ‘8’ de la Quinta del Buitre’
Fue la banda derecha del Madrid de ‘La Quinta del Buitre’, pero quizás fue también un incomprendido. El Bernabéu alternaba el cántico de ¡Míchel, Míchel, Míchel el mejor! Con música en forma de silbidos. Al eterno ‘8’ se le acusaba de ‘esconderse’ en los partidos importantes, mientras que brillaba en los jugados ante rivales pequeños con sus centros medidos a la cabeza de Hugo Sánchez.
Su última temporada en el Real Madrid fue la 1995-96. El año fue malo, rematadamente malo con un equipo que terminó fuera de Europa y el público lo pagó con él, que volvió al equipo tras una larga lesión de rodilla que le hizo jugar a medio gas y con miedo a volver a lesionarse. Valdano, antes de ser destituido el dejó en la grada en numerosas ocasiones junto a Laudrup y Luis Enrique. Arsenio el devolvió los minutos y la confianza.
El perdón definitivo llegó el día de su despedida. El Bernabéu se llenó para un intrascendente Real Madrid-Mérida. Michel fue titular, marcó dos goles y se retiró besando el césped del Bernabéu. Cuando ha vuelto como entrenador rival se han vuelto a escuchar esos cánticos de ¡Míchel, Míchel, Míchel el mejor! Pero tímidos, pues es un técnico rival.
CRISTIANO RONALDO: ‘Pasó de individualista a jugador de equipo’
Pues sí, CR7, el hombre que llenó el Bernabéu el día de su presentación también ha sido pitado. Sobre todo su primer año. Su actitud chulesca-cuando en su vida cotidiana no es así- molestaba al público y sus gestos hacia sus compañeros cuando no le pasaban el balón. Incluso se le tildaba de ‘chupón’ en algunas jugadas de ataque que, aunque acabasen en gol no daban una alegría completa.
Cristiano rindió bien, pero se dio cuenta de que eso no le hacía el mejor. Como dice Oliver Reed en una cita de la película ‘Gladiator’:“Yo no era el mejor, porque fuera hábil matando, yo era el mejor porque la gente me amaba”. CR7 se dio cuenta de que para ser el mejor debía ganarse el cariño de su público. Cristiano se convirtió en un jugador de equipo.
Cambió su actitud, los desplantes se redujeron hasta casi desaparecer y cuando renovó su contrato con el Real Madrid salió al campo el mejor Cristiano, el que volvió a ser el Balón de Oro y el que el Bernabéu quería, goles, guiños al estadio en sus celebraciones y un amor sin igual del público.
DI STÉFANO: ‘Un anuncio de medias que no gustó nada al Bernabéu”.
Di Stéfano, la leyenda indiscutible, fue pitado el Día de Reyes de 1963, en un partido frente al Athletic. La razón fue pintoresca: unas semanas antes había aparecido en toda la prensa nacional un anuncio en el que se le veía vestido de jugador del Madrid de cintura para arriba; de cintura para abajo aparecían unas piernas de mujer cruzadas. “Si yo fuera mi mujer, luciría medias Berkshire”, declaraba en la publicidad.
Había también una versión televisiva de ese anuncio que encendió al público del todo que le dedicó a su ídolo una »señora» pitada cuando saltó al campo. En una época como los ‘60’ no gustó nada ese anuncio tan ‘rompedor’ y las burlas de los aficionados de otros equipos, principalmente del Atlético de Madrid.
Aquello no gustó al respetable. El paso de los minutos aplacó los ánimos, y más después de que el astro le endosara dos goles al Athletic El perdón fue casi inmediato. El conjunto blanco ganó por 3-2. Allí acabó todo y Di Stéfano siguió llevándose los aplausos del Bernabéu partido tras partido y Copa de Europa tras Copa de Europa.