Con un año de Mundial por delante, era de esperar-lesiones al margen- que Messi y Neymar no jugaran a un cien por cien de nivel y eso se notó en las cifras. Messi se quedó sin el pichichi marcando 41 goles en 46 partidos, una media de 0,89 goles por choque muy lejos de la de Cristiano Ronaldo, que hizo 51 en 47 partidos con una media de 1,08 goles por choque disputado.
Neymar tampoco hizo una buena temporada con sus 15 goles en 41 partidos, una media de 0,36. Se esperaba más del brasileño que dio lo mejor de sí mismo en el Mundial. Pero ahora el mundial ya ha pasado para los dos, y a estos dos monstruos se une un tercero en discordia que es Luis Suárez, que es bota de oro compartida con Cristiano Ronaldo, por lo que puede ser el año de los delanteros del Barça.
Se fue Alexis, pero sigue el incombustible Pedro, que siempre tiene algo que decir y ha llegado con la ilusión por bandera Gerard Deulofeu, que puede jugar como extremo ofensivo con llegada en cualquiera de los dos lados. Como ocurre en el Madrid, Messi no tiene un suplente claro y es posible que Luis Suárez tenga que ‘sacrificarse’-como ya he hecho Neymar- jugando en la banda.
En el Madrid, la ‘BBC’ es fija. Fue la máxima goleadora de la temporada pasada. Ventaja, que se conocen más, desventaja, que los equipos también y tienen más recursos para pararles o, al menos, intentarlo. En datos objetivos está muy cerca de la delantera del Barça, pues en el Madrid se lesionó CR7, pero con una lesión de menor duración que la de Messi y Bale faltó menos que Neymar y rentabilizó mejor sus goles.
En el centro además, el Madrid no tiene suplente natural, solo está Benzema. Tras la marcha de Morata, el ‘gato’ se ha quedado solo, pues aunque Jesé vuelva, la labor del canario es más de llegador por banda que de ‘9’ puro.
Y en el Atlético todos son incógnitas, pues todos los de arriba son nuevos. Raúl García es el tercero en discordia y será importante, pero los titulares salvo sorpresa mayúscula van a ser Griezmann y Mandzukic. De su adaptación y acoplamiento dependerá en medida el devenir del campeón de Liga en los próximos encuentros de cara a revalidar el título o ganar algún otro.