Las alineaciones de Ancelotti van a dar mucho que hablar esta temporada. En el primer once de la Liga sorprendió, primero, la suplencia de Xabi Alonso y, segundo, que no jugara ningún minuto cuando el partido estaba abierto y hacía falta un jugador con experiencia que hiciera más compacto al equipo. El entrenador eligió meter en el campo a Khedira antes que a Xabi. Puede resultar extraño que el alemán, que hasta hace dos días estaba más fuera que dentro, jugara sus primeros minutos en el estreno liguero antes que Xabi Alonso. Ancelotti lo justifica como una rotación. Xabi había disputado los dos partidos ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de España. El que también se quedó en el banquillo fue Illarramendi, que no jugó nada y parece que va a ser el perjudicado con la permanencia de Khedira.
La cuestión es que el Real Madrid tiene superpoblación en el centro del campo pese a la marcha de Di María. Hay que recordar que el argentino nunca fue mediocentro hasta que Ancelotti le reconvirtió a una posición más retrasada por la lesión de Khedira y le juntó con Xabi y Modric. La competencia por ocupar un puesto de titular en el centro del campo va a ser feroz y el único que es indiscutible es Toni Kroos por su versatilidad. Puede jugar de Xabi Alonso, casi como líbero, escorado a una banda o por detrás de los delanteros. Su polivalencia, además de su talento y calidad le hacen el más fijo de todos.
Kroos también entrará en las rotaciones, pero de diferente forma. Ancelotti quiere que el Real Madrid juegue al ritmo del alemán. Este chico se ha comido a todos en poco tiempo y esto tiene mucho mérito. Cada entrenamiento demuestra que tiene, además de calidad y personalidad, mucha jerarquía.
Xabi va a tener también más competencia porque a Ancelotti, que confirmó que Khedira se queda, quiere juntar en el centro del campo a los dos alemanes. Kroos y Khedira se conocen bien, han demostrado su perfecto acoplamiento en la selección y fueron claves para ganar el Mundial de Brasil. Hay conexión. La pareja de alemanes puede ser una de las claves del éxito de este Real Madrid en el que Ancelotti sigue obsesionado con asegurar el equilibrio. Khedira no empieza de cero. Le gusta a Ancelotti, que decidió que fuera el titular en la final de la Champions de Lisboa por delante de Illarramendi y cuando acababa de salir de una larga lesión.