El novelista Gore Vidal, uno de los gigantes de la generación de escritores estadounidenses que incluye a Norman Mailer y Truman Capote, ha muerto a los 86 años. El autor ha fallecido a causa de una neumonía, en su domicilio en las colinas de Hollywood.
Vidal, un iconoclasta narrador de la vida estadounidense y autor de obras como »Lincoln» y »Myra Breckinridge», fue también conocido por su intensa vida social, su activismo político y su agitada vida sentimental.
Hijo de un oficial de la fuerza aérea estadounidense, nieto de un senador y primo del exvicepresidente Al Gore, Eugene Luther Gore Vidal, quien a los 14 años se hizo llamar simplemente Gore Vidal, nació el 13 de octubre de 1925 en la academia militar de West Point en el seno de una familia patricia.
Tras el divorcio de sus padres, su madre se casa con Hugh Auchincloss quien desposará luego a la madre de Jackie Kennedy. Gore Vidal se convertirá después en íntimo amigo del presidente John Kennedy y de la familia.
En 1948, sacude a la crítica estadounidense con su tercera novela »Un joven cerca del río» un sereno alegato homosexual, inspirado en un amor de juventud, Jimmy Trimble, muerto en el Pacífico mientras prestaba servicio en los Marines.
Indignado contra el conservadurismo moral de EEUU
Vidal, que vivió en Italia con Tennessee Williams y tuvo al escritor Jack Kerouac como amante, se indigna contra el conservadurismo moral y sexual de la sociedad estadounidense. La identidad sexual será nuevamente tema de su novela »Myra Breckinridge» (1968).
Descubre París tras finalizar la Segunda guerra mundial. «Después de la guerra, Francia fue el centro de la civilización», declaró en 1999 a la AFP. «Entonces viví un período extraordinario, en compañía de artistas como Jean Cocteau, André Gide».
Escribió 25 novelas, ensayos y obras de teatro que fueron éxitos en Broadway, así como guiones y obras para televisión.
Crítico mordaz de la política, no tuvo éxito en ese oficio
A pesar de su rico trabajo literario, nunca perdió de vista la política. Disputó una plaza al Congreso en 1960 por el distrito de Nueva York, por el partido Demócrata, pero no lo logró. En 1982, hizo campaña contra el gobierno de Jerry Brown en las primarias demócratas en California.
Gore Vidal mostraba una visión mordaz de la política en sus obras. Le gustaban los debates apasionados en sus apariciones en televisión y él mismo figuró en la película »Roma», de Federico Fellini.
Su tercera novela, »The city and the pillar», abordó sin tapujos la homosexualidad, decisión que escandalizó a los críticos cuando fue publicada en 1948, pero que abrió un nuevo terreno en la literatura estadounidense.
Abiertamente bisexual, Vidal retornó al tema de la identidad sexual 20 años más tarde, con la sátira »Myra Breckinridge» (1968).
Algunas de sus novelas abordaron temas políticos o de la historia de Estados Unidos, trazando lo que denominó el surgimiento del Imperio Estadounidense en novelas como »Burr» (1973), «1876» (1976), »Lincoln» (1984), »Empire» (1987), »Hollywood» (1990), y »The Golden Age» (2000).
Entre sus sátiras se destacan »Kalki» (1978), »Duluth» (1983) y »Live from Golgotha: the Gospel according to Gore Vidal» (1992).
Atacó la intervención de EEUU en la II Guerra Mundial
Hostil a toda intervención estadounidense en el exterior, criticó incluso la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, posición que escandalizó en su país.
La edad no mermó su combatividad: a los 81 años critica ferozmente al entonces presidente republicano George W. Bush, acusándolo de haber llegado a la presidencia mediante el fraude electoral y le reprochó haber agitado la amenaza terrorista luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En su opinión, Bush era incluso «el hombre más estúpido de Estados Unidos».
«Fue un golpe de Estado», declaró así a la AFP en 2006. «Mantener a la gente a la sombra del miedo es una gran manipulación totalitaria aprendida de las dictaduras europeas de los años 1930″.
Sus opiniones políticas también eran fuente de enormes controversias, como una discusión con insultos con el columnista conservador William Buckley ante las cámaras de TV.
En otro episodio legendario, Vidal aseguraba que Norman Mailer le había dado un cabezazo en el rostro al fin de una discusión mantenida antes de un programa de televisión.
«Al final de su vida, Vidal (…) se consideraba el último representante de una especie y sin duda tenía razón», subrayó el New York Times en su necrológica.