Lo reconozco me he vuelto directioner. Y es que después de ver »This is us», la película sobre la historia de One Direction sales »convencida» de que esta boy band merece el éxito que están obteniendo. Sí, es un ejercicio de márketin impresionante, juega con las emociones de los cinco artistas, nos revela secretos inconfesables de Harry Styles, Niall Horan, Zayn Malik, Liam Payne y Louis Tomlinson y encima tiene un punto de sentido del humor.
Es difícil escapar a la fiebre de One Direction. Su fans se cuentan por millones en todo el mundo y no es para menos. «Desde el comienzo de mi carrera siempre he procurado crear documentales muy populares», explica el director.
«Y creo que esta película, partiendo del trabajo que he hecho en el pasado, suponía el próxima paso. Quería hacer algo exitoso para una audiencia amplia que contara una gran historia, que fuera realmente íntima y que te abriera sus vidas, pero que además fuera entretenida. La idea es que te enganche, y que disfrutes de buena música», y lo consigue.
Durante hora y media de película se te van los pies con sus canciones (aunque no te sepas ninguna) y te lleva a una época en la que tú también eras fan de una boy band (véase Take That, Backstreet Boys… o cualquiera con cinco chicos guapos que hacían las delicias de millones de adolescentes).
Y además les ves tal y cómo son en su día a día los One Direction, sus reacciones ante un macroestadio en el que tienen que cantar, su trato con las fans, sus agobios por no poder ni salir a la calle y lo bien que se llevan, porque al fin y al cabo son cinco veinteañeros que se han convertido en amigos más que en compañeros de trabajo.
A Spurlock los chavales le parecieron de lo más encantadores pero también tenían los pies en la tierra respecto al fenómeno que estaban viviendo. Apunta Spurlock, «Son muy divertidos. Creo que a pesar de la locura que forma parte de su día a día, tienen los pies en la tierra. Y eso me gustó».
Seis meses de rodaje
El equipo rodó en varios exteriores durante casi seis meses, incluyendo el concierto que dieron en México D.F. a principios de junio de 2013. El equipo técnico y la metodología varió: desde una cámara en solitario sostenida por Spurlock (sin el apoyo de otra persona en audio) hasta un montaje completo en un concierto con, en palabras del director, “un ejército entero”.
Grabar los conciertos del grupo en el estadio O2 resultó tener una envergadura colosal para un director acostumbrado a correr con cámara en mano como se hace en muchos documentales. Según Spurlock, “Cuando rodamos en el O2 no sé, pero que creo en torno a 250 personas trabajaron en el tema, una pasada”.
En cuanto a los momentos entre bambalinas, que abarcan desde las travesuras previas a los espectáculos hasta momentos tiernos y hogareños, por ejemplo escenas que muestran a Harry trabajando en la panadería familiar, suman en su totalidad 500 horas de material.