La operadora belga Kinépolis, que cuenta en España con tres grandes complejos de cine y un total de 64 salas con 22.059 asientos, ha cerrado el tercer trimestre del año (junio a septiembre) con un descenso en la afluencia del 16,4%, respecto al mismo período del año anterior.
Las previsiones apuntan a que finalizará 2013 con una cifra que rondará los 3,5 millones de espectadores, cuando en 2011 ascendió a 4,2 millones, mientras que el pasado año experimentó un descenso de 300.000 espectadores. Las cifras de España duplican la pérdida total del grupo que fue del 8,8%. El decremento ha sido menos pronunciado en Francia, con un 4,3%; muy acusado en Suiza con un 16,4%, y muy favorable en Bélgica con un +3%.
La bajada de frecuentación en España es atribuida –según fuentes de la empresa- a la subida del IVA, la crisis económica y la falta de buenas películas españolas. En su opinión, solamente han funcionado bien en este período de tiempo tres films españoles: «Séptimo», «¿Quién mató a Bambi?» y «Tres bodas de más».
Kinépolis Madrid mantiene cerradas de lunes a jueves, la mitad de sus salas y no apuesta, sin embargo, como ya han hecho los dos mayores operadores españoles, Cinesa y Yelmo, por una bajada considerable en el precio de las entradas.
No deja de sorprender esta estrategia por cuanto el pasado año solo un 55% de los ingresos del grupo procedía exclusivamente de la venta de entradas, mientras que el 45% restante, provenía de la venta de bebidas y comida y de los denominados «ingresos alternativos», como el alquiler de locales para celebración de eventos varios.
Inauguración de «The Magic Forest» en Madrid
En realidad, la decisión de subir el precio de las entradas es una vieja artimaña de los grandes operadores de cine. Cuando el espectáculo en sala comenzó a perder una masa considerable de espectadores –allá por los años sesenta del siglo pasado- la decisión para compensar esta pérdida fue incrementar sustancialmente el precio de la asistencia al cine. Hoy día, solamente algunas proyecciones en 3D justifican parte de este aumento.
Lo que está en crisis también es el modelo de parque temático o de Family Entertainment Centres, con espacio para bares, restaurantes, tiendas, cafés…
La empresa belga, la más transparente de las operadoras que operan en España, con una gran imagen de marca y una potente tecnología, presta también una especial importancia a su patrimonio inmobiliario, que acumula hasta el momento más de 300 millones de euros en activos, y pone de manifiesto una vez más la simbiosis existente entre los grandes complejos cinematográficos y los grandes complejos de cine.
Kinépolis Madrid, fue inaugurado en 1998, en la Ciudad de la Imagen, gracias sobre todo a las facilidades concedidas por la empresa pública de la Comunidad de Madrid, Arpegio, para relanzar una extensa área que albergase a las empresas relacionadas con la tecnología del cine, el video y la televisión. Y, por ello, les cedieron el suelo en condiciones extraordinariamente favorables.
Al año siguiente de ponerse en explotación, en 1999, ya había obtenido un beneficio bruto de 2,4 millones de euros, pero desde el año 2008 ha visto como disminuía la afluencia de espectadores. De ahí que haya llegado el momento de reinventarse. Y ya ha anunciado que en febrero de 2014 inaugurará en las instalaciones de Kinépolis Madrid, «The Magic Forest», un bosque lúdico de 1.000 m2, con una capacidad para 350 niños. En este recinto «multiusos» se podrán celebrar fiestas de cumpleaños, ver películas o disfrutar de espectáculos con animación.