Este desfase patrimonial sale de la diferencia entre los 68,5 millones de euros de activo agregado de las seis compañías y los 221,8 millones de créditos acumulados, a los que se podrían añadir alrededor de 50 millones más de contingentes –principalmente derivados de pleitos y reclamaciones pendientes– que podrían hacer aumentar la deuda de la compañía y supondría ascender el agujero patrimonial hasta 202,6 millones.
De los 221,8 millones de euros de deuda, el 40,2% corresponden a créditos públicos –básicamente de Hacienda y Seguridad Social–; el 26,4% a créditos financieros –CaixaBank y Banco Sabadell como principales acreedores–, y el 31,3% restante a acreedores generales.