La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la condena de cuatro meses de prisión y pago de una indemnización de 2.000 euros e inhabilitación de un año para trabajar con animales al dueño de un palomar que mató a un halcón que merodeaba cerca.
El halcón había sido criado en cautividad y su propietario lo utilizaba para labores de cetrería, por lo que está considerado por el Código Penal como un animal amansado.
Según relata la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, en enero de 2011 el dueño del halcón se encontraba volando al animal en la zona de Liencres.
En un momento dado, el animal procedió a realizar un picado y, entonces, su propietario le perdió de vista.
El hombre inició su búsqueda y, gracias a la señal emitida por el transmisor que portaba el animal lo halló en el interior de un contenedor.
El animal estaba muerto, con las patas cortadas y se encontraba dentro de bolsa junto a papeles con notas manuscritas, el prospecto y la caja de un medicamento para animales y restos de plumas de aves.
Cerca del contenedor se encuentra el palomar del hombre condenado, quien reconoce que los papeles manuscritos fueron escritos por él y que, además, el prospecto y la caja encontrados en el interior de la bolsa son de un medicamento que administra a sus palomas.
El hombre se dedica a la cría de palomas mensajeras y a lo largo de todo el proceso ha reconocido tener más de cien palomas y sufrir ataques de halcones «casi todas las semanas».
A juicio de la Audiencia Provincial, todos estos elementos son suficientes «para poder concluir que el acusado fue la persona que dio muerte al animal».
Además, no se encuentran «motivos que hagan dudar de la veracidad del testimonio ofrecido por el denunciante», quien «no mantenía relación alguna con el denunciado, ni consta que hubiera tenido ningún tipo de conflicto con el mismo que haga pensar en algún tipo de ánimo espurio».
Por ello, rechaza el recurso de apelación presentado por el acusado y ratifica la condena que le había impuesto en 2013 por estos hechos el Juzgado de lo Penal Número 1 de Santander por la comisión de un delito de maltrato de animales domésticos.