La elección de Rafael Hernando como portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso se puede interpretar como el deseo que los mensajes del PP lleguen de manera nítida y sin tapujos a la población. Rafael Hernando es un diputado de larga estancia en el hemiciclo. Algo polémico y peleón. Desde luego no se anda con vueltas y revueltas. Es un pura raza de AP, y de su organización juvenil (NNGG) el principal antecedente del PP; no como Bermúdez de Castro y de Alfonso Alonso, que militaron en la Democracia Cristiana de Oscar Alzaga, de la que heredaron la vocación al pacto y al consenso de la UCD en cuya juventud militaron.
La hemeroteca es el peor enemigo de Rafael, porque los medios contrarios al PP le guardan diversas perlas de declaraciones. Sin embargo, parece que éstas no han pesado en la elección de Rajoy que se rige por cánones independientes. Prima para el Presidente de Gobierno más la lealtad que la forma; como, por ejemplo, cuando nombra a la Vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos, que se caracteriza por expresar sus ideas también bruscamente, pero en dirección contraria al nuevo portavoz popular.
¿Quién sabe las intenciones de D. Mariano?
No obstante el pasado, lo importante es el presente y, sobre todo, el futuro. La mayoría absoluta parlamentaria del Grupo Popular da un amplio margen de movimiento. En esas circunstancias las leyes no tienen por qué ser pactadas y, además, en el último año de legislatura, con unas elecciones autonómicas y municipales en medio, tampoco hará falta mucho trabajo parlamentario.
Da la impresión de que Rajoy ha optado por una dirección clara de defensa de las ideas genuinas del PP y su Gobierno ¿O no? También podría ser lo contrario. No sería la primera vez que las negociaciones más flexibles las hiciera el que, en teoría, es más rígido; porque esa fama de rigidez le permite ser más audaz al tener el respaldo de su ejecutoria anterior. Ser Marianólogo es muy complicado. El Presidente galaico puede estar planteando un juego a tres bandas que sólo los muy expertos y dentro de un tiempo podrán descifrar.
Por tanto lo que hay que hacer es: esperar. No pase como con la diputada socialista de la semana pasada que echó en cara la violencia doméstica a un Ministro de Sanidad ¡Con sólo una semana en el cargo! Hernando tendrá que aprender aquello de guante de seda en mano de acero, porque sus detractores dicen que es guante de acero en… mano de acero.