En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el grupo ecologista considera «imprescindible» la realización de dicho estudio «y mucho más» después de conocer estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III y publicado en la revista Environment International, que revela «hay estadísticamente más riesgo de contraer cáncer si se vive en poblaciones y ciudades situadas cerca de incineradoras y plantas de tratamiento de residuos peligrosos».
Por ello, en el escrito solicitan al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, «su mediación y amparo» para los vecinos de la localidad de Nerva ante «la posible vulneración de dos derechos fundamentales: la salud y el medio ambiente», una petición que la basan en «los numerosos y frecuentes derrames de residuos tóxicos y peligrosos» que se producen en su transporte con destino al vertedero de Nerva, gestionado por Befesa.
En el escrito realizan una serie de peticiones, entre las que destacan que se lleven a cabo «controles continuos y rigurosos» de los camiones que transportan este tipo de residuos, ya que la mayoría transportan la carga sin aplicar medidas de seguridad que eviten su derrame por las vías por las que circulan, pues lo habitual es que vayan cubiertos con una simple lona.
A su vez solicitan una modificación en la normativa del transporte de este tipo de sustancias, indicando al respecto que estos residuos «tóxicos y peligrosos no deberían ser transportados a granel y cargados directamente en el remolque del camión, sino confinados en contenedores o cajas herméticas».
Las demás peticiones se refieren a la realización de controles «integrales y periódicos» de la calidad de las aguas del pantano Jarama, cercano al vertedero, así como que la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente intervenga ante estos accidentes y derrames que «merman» la calidad de vida de los ciudadanos de la cuenca.
«MÁS DE 2.100 CAMIONES AL MES»
Por las carreteras de la zona, según señalan, circula una flota de camiones que supera «los 2.100 al mes», transportando residuos «tóxicos y peligrosos» con destino al citado vertedero, con un volumen estimado de unas 40.000 toneladas procedentes de diferentes puntos de España, Italia y Portugal.
En el transporte de estos residuos se registran frecuentes accidentes y derrames en la red viaria, lo que, a juicio de los ecologistas, «está poniendo en peligro poblaciones, viviendas, espacios protegidos o cursos de agua», ya que varios de estos accidentes han ocurrido en las inmediaciones del pantano Jarama, generando «una importante alarma, puesto que sus aguas se destinan al abastecimiento y consumo de la población».
Así, citan como ejemplo que el pasado 18 de diciembre un camión procedente de una petroquímica derramó parte de su carga en la carretera A-476, «dejando un chapapote negro con fuerte olor a hidrocarburo» por gran parte de su recorrido desde la entrada al vertedero hasta el vecino municipio del Castillo de las Guardas (Sevilla).