La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, viaja hoy a Belgrado, ante el aumento de las tensiones entre Serbia y Pristina por la detención de un alto cargo serbio el lunes en Kosovo.
El servicio de prensa de la presidencia serbia informó de que que Mogherini se reunirá por la tarde con el jefe del Estado, Aleksandar Vucic, quien este lunes calificó de «brutal provocación» la detención del jefe de la oficina gubernamental de Serbia para Kosovo, Marko Djuric, por la policía kosovar.
Según la portavoz de la Comisión Europea Maja Kocijancic citada por la agencia de noticias Tanjug, Mogherini y Vucic «tratarán del futuro del diálogo (entre Belgrado y Pristina), mediado por la Unión Europea (UE)».
Djuric, que es también el principal negociador técnico del equipo serbio en el citado diálogo, y su antigua provincia, fue deportado a Serbia horas después de su detención.
Vucic afirmó anoche que el despliegue de unidades armadas en el norte de Kosovo es una violación del acuerdo de normalización y una «amenaza directa a la paz y estabilidad».
Durante la operación policial para detener a Djuric en Mitrovica, 32 personas resultaron heridas, informaron hoy fuentes médicas del centro clínico de esa ciudad del norte kosovar.
Entre los lesionados está el ministro kosovar de Agricultura, Nenad Rikalo, un representante de la minoría serbia en el Gobierno de Kosovo, que está en cuidados intensivos aunque su estado de salud es estable.
La Lista Serbia, el partido de la minoría serbokosovar, anunció hoy que sus miembros se retirarán del Gobierno y el Parlamento de Pristina.
Kosovo, una antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos, proclamó en 2008 de forma unilateral su independencia de Serbia, que no la reconoce.
Ambas partes llevan a cabo difíciles negociaciones para normalizar sus relaciones, un objetivo que la UE exige a los dos países para avanzar en su acercamiento al bloque comunitario.