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Las shishas son elementos muy consumidos desde hace años, aunque antes se hacía, mayoritariamente, en círculos clandestinos. Hoy en día, esta realidad ha cambiado y podemos encontrar diversos tipos de shishas.
Hace algunos años las shishas no tenían la fama que tienen ahora, ss decir, se utilizaban especialmente de forma clandestina, y se ignoraban muchas de sus grandes ventajas. Hoy en día, se trata de un elemento de colección para fumadores de todas partes del mundo, y una de las mejores y más divertidas alternativas para fumar tabaco.
¿Qué son las shishas?
Las shishas, también conocidas como cachimbas, hookah, narguile o pipas de agua, son objetos preparados para fumar distintos tipos de sustancias, principalmente tabaco. Hace algunos años, aunque todavía se hace en algunas partes del mundo, se utilizaban también para fumar opio o cannabis. Por su forma y diseño, las shishas o cachimbas remiten a algunas de las pipas que se empleaban hace ya siglos en ciertas comunidades o culturas. Por supuesto, con el transcurso de los años han ido surgiendo nuevos modelos, lo cual nos permite hoy en día disponer de una gran variedad de dispositivos para elegir.
Las cachimbas están conformadas por varias partes. En su base es donde se colocan los líquidos, que pueden variar según las preferencias del usuario: normalmente se utiliza agua, aunque también puede ser vodka u otra bebida blanca, este líquido es el que se mezclará luego con el tabaco. A través de la manguera y con su respectiva boquilla se aspira el vapor, y es en la parte de arriba, dentro de la casilla o cazoleta, donde se deposita el tabaco que será quemado lentamente por el carbón. Éste se coloca con un papel de aluminio de por medio, para filtrar más eficientemente el calor del carbón encendido.
¿Por qué comprar una shisha?
El uso de las shishas o cachimbas ha sido siempre el mismo, aunque con el paso del tiempo su contexto fue variando. Durante sus primeros años de circulación, se podía ver con mucha mayor frecuencia en ciertos espacios nocturnos, como clubes o bares, en los cuales las personas se reunían y eventualmente compartían una sesión de cachimba, con tabaco o con cannabis. Por ese motivo, se consideró durante mucho tiempo como un elemento más bien clandestino, perteneciente a la vida nocturna. Sin embargo, esto comenzó a cambiar y en la actualidad es muy común que cualquier persona cuente con una cachimba para fumar en casa, con amigos o de forma privada.
El aura de ritual que supuso siempre el fumar con cachimba es algo que todavía hoy permanece. De hecho, se trata de una experiencia vinculada a la relajación, razón por la cual también han empezado a aparecer diversos complementos, como boquillas o incluso distintos tipos de tabaco para degustar. Además, hay modelos variados de shishas o cachimbas, algunos más grandes que otros, de diferentes colores, formas, y materiales. Es posible encontrar shishas fabricadas con madera, vidrio, cristal, con sistemas de fijación que pueden llegar a variar, por eso, a la hora de elegir una es importante prestar atención a sus características.
Por lo general, las shishas son consideradas como una de las mejores alternativas al cigarrillo, porque además de su carácter recreativo, suelen tener interesantes ventajas. En primer lugar, hace falta remarcar que fumar en pipa o shisha no genera el mismo efecto ni el mismo grado de dependencia al tabaco. Por otra parte, el sabor cambia, y esto es debido a la combinación de vapor que se produce entre el líquido de la base de la shisha y el tabaco elegido para fumar. Muchos de los fumadores que eligen la shisha, lo hacen porque disfrutan en gran medida del sabor dulce y fresco, tan característico de este elemento.
Por este mismo motivo el humo que genera la cachimba tampoco deja malos olores. Al fumar cigarrillo, la cuestión del olor que desprende y que se impregna en todos los objetos puede ser un problema recurrente. Lo cierto es que, eventualmente, la acumulación de estos olores suele ser poco agradable. En el caso de la shisha, el olor es prácticamente como se siente el gusto, es decir, fresco. Aunque puede variar según el tabaco que se elija fumar, éste es un factor que nunca cambia. Además, y probablemente una de las más importantes ventajas, es el hecho de que, como mencionamos anteriormente, la cachimba siempre supone un momento de recreación, ya sea en soledad o con acompañantes.