Según las autoridades, las fuerzas de seguridad lograron abatir a al menos tres atacantes que habían intentado asaltar la residencia del jefe del Estado. A pesar de no conseguirlo, la detonación de los vehículos — uno de ellos por los disparos de la Policía — ha causado numerosas víctimas.
Los agresores vestían uniformes del Ejército somalí y estaban armados con fusiles AK-47.
El atentado de este sábado ya ha sido reivindicado por el grupo, vinculado con la organización terrorista Al Qaeda, indica Garowe Online.