Las manifestaciones contra la estancia de Trump y su mujer, Melania, en Reino Unido han comenzado por la mañana, cuando ha arrancado la jornada de trabajo con una reunión con la primera ministra, Theresa May, a la que han seguido una esperada rueda de prensa conjunta y un encuentro con la reina Isabel II en el Castillo de Windsor.
El icono de las protestas ha sido un globo gigante que caricaturiza al magnate neoyorquino con gesto de enfado y tan solo un pañal y un teléfono móvil. El organizador de este espectáculo, Leo Murray, ha explicado a CNN que se trata de hablar con Trump «en un lenguaje que él entiende, el del insulto personal».
Corbyn se ha sumado a los manifestantes londinenses por la tarde y ha pronunciado un discurso en el que ha aplaudido la decisión del alcalde, Sadiq Khan, de permitir estas manifestaciones, que han obligado a programar toda la agenda de los Trump fuera de la capital británica para evitar incidentes.
«Estamos defendiendo nuestro derecho a manifestarnos, nuestro derecho a la libertad de expresión», ha dicho el jefe laborista desde Trafalgar Square. «Los Derechos Humanos pertenecen a todos», ha proclamado. La multitud le ha aplaudido con entusiasmo e incluso ha coreado su nombre, según informa BBC.