Una Misa funeral multitudinaria ha dado el último adiós a Belén Langdon, la joven de 17 años que falleció el sábado, días después de haber quedado atrapada por la avalancha del Madrid Arena. La ceremonia se ha celebrado en la catedral de Alcalá de Henares, y ha sido oficiada por el obispo de la diócesis, monseñor Juan Antonio Reig Pla. A ella han acudido cientos de personas, muchas de ellas compañeras del colegio de Belén, Aldeafuente, donde cursaba 2º de Bachillerato.
Durante los dos días que Belén luchó por su vida, muchos fueron los mensajes de ánimo y apoyo a sus familiares desde Twitter desde el hashtag #vamosbelen, y muchas las oraciones que se rezaron por ella. Una cadena de rezos que movilizó a miles de personas de todo el mundo, y que han servido para dar fuerza a sus familiares en los momentos más duros.
El domingo, a las puertas del tanatorio donde se velaba a su niña, el padre de Belén, Nicolás, quiso hablar a los periodistas que allí se congregaron y aseguró que podían sobrellevar con serenidad una situación tan dolorosa gracias a la fe. Hoy, su padre y sus hermanos y familiares varones han sido los que han introducido el féretro en la catedral.
La familia de Belén es de fuertes convicciones religiosas. La niña era la sexta se siete hermanos, uno de ellos, Borja, sacerdote y otro, seminarista. Precisamente su hermano Borja ha concelebrado junto al obispo, que durante la homilía ha señalado que «sin comprender los designios del Señor, aceptamos tu voluntad y te pedimos que acojas a nuestra hermana en tu reino y que a sus familiares les consueles».
Una amiga de la madre, Patricia de Don Esteve, ha querido resaltar ante los medios de comunicación el carácter de la homilía, donde se ha respirado «una serenidad muy grande», alejándose de los grandes lamentos y reconfortándose en el pensamiento católico, destacando que Belén «ya está en el cielo» y la «habrá recibido Dios».
Patricia ha destacado las palabras de Borja, el hermano sacerdote de Belén, en las que ha agradecido «a Dios, al arzobispo, al personal sanitario, al colegio y al acompañamiento» que han tenido hoy entre otros, y ha querido resaltar que «Dios permite estos errores humanos para bienes mayores».
La amiga de la madre de la víctima ha añadido, según recoge Europa Press, que Belén Langdon ha donado los órganos conforme a su voluntad, demostrando «entereza, valentía y servicio humanitario».
Patricia ha querido valorar el polémico lugar de los hechos, y ha explicado que «hay constantes eventos donde se tiene la precaución de tener los pasillos abiertos, libres, y corredores donde se pueda tener una salida al exterior», como en estadios, y que por tanto «no se entiende cómo estaba obturada».
Igualmente, ha valorado el hecho de que hoy en día «la juventud solo ve maneras de divertirse a altas horas», y en concreto, las noches del 31 de octubre y de diciembre son «días espantosos, donde está todo el mundo bebido». Según la mujer, «les provoca este llamamiento a las masas, a la nocturnidad y a la bebida», motivo por el cual se desoyen las advertencias de padres.
Tras el funeral, Belén ha recibido sepultura en el cementerio de Carabanchel.