El colesterol no tiene edades y llega incluso a los más pequeños. Dos de cada diez niños en España tiene el colesterol por encima de lo debido lo que les pone en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares a edades muy tempranas.
El doctor y presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), José Luis Llisterri, destaca que este componente puede rebasar sus límites en los menores por dos motivos: herencia familiar y mala alimentación.
Un pequeño porcentaje de niños puede desarrollar hipercolesterolemia como consecuencia de una enfermedad de base, como diabetes u obesidad, o de una enfermedad hereditaria, como la hiperlipemia familiar.
Cuando se trata de genética, los padres deben avisar a los médicos de cabecera de los antecedentes de los críos y poner tratamientos que funcionan “muy bien. Además, es vital cuidar sus dietas y que hagan ejercicio diario para mantener la amenaza a raya”, señala Llisterri.
En el caso de que sea por culpa de la alimentación, los padres deben encargarse de cambiar su estilo de vida para controlar que el colesterol no se dispare de forma exagerada.
Mediante un análisis de sangre podemos conocer los niveles de colesterol. Los pediatras suelen prescribir este tipo de analíticas a los niños que presentan antecedentes familiares de colesterol alto o de enfermedad cardiaca prematura, así como a niños con sobrepeso u otros factores de riesgo como diabetes o presión arterial alta.
Un estudio demoscópico realizado por el Instituto Flora destaca que a no ser que haya antecedentes de problemas cardiovasculares o de hiperlipemia, el 69% de los padres y madres españoles nunca ha medido el nivel de colesterol de sus hijos y solo el 5% reconoce hacerlo a menudo.
Los niveles de colesterol aceptables para los niños son diferentes a los de los adultos y, además, varían en función del sexo, la edad y la etnia. Según datos de la Asociación Española de Pediatría, en la infancia se considera hipercolesterolemia cuando el colesterol total supera los 200 mg/dl o el colesterol LDL (el malo), los 130 mg/dl.