Alumno de Manuel Fraga en la universidad, fue uno de los fundadores de Reforma Democrática, uno de los embriones de lo que luego sería Alianza Popular. Fue diputado nacional (1982-1989) y Secretario General de Alianza Popular entre 1979 y 1986, aunque con anterioridad había ocupado la Secretaría de Acción Territorial (1976-1978) y la Secretaría de Organización (1978-1979). Candidato a la alcaldía de Madrid en 1983 por AP, se vio obligado a dimitir por su enfrentamiento con Manuel Fraga el 1 de septiembre de 1986.
En Memorias de un maldito, Jorge Verstrynge narra el proceso de su traumática destitución del puesto de número dos que por entonces ocupaba en Alianza Popular. El periodista Justino Sinova, en una reseña que escribió sobre el referido libro, cuenta que «el propio Verstrynge, con otra gente del partido, se implicó en la operación de buscarle destino al patrón, como él le llamaba, una vez que había quedado clara su incapacidad para ganar al PSOE en las urnas. La operación Chirac era un plan para presentar la candidatura de Fraga a la Alcaldía de Madrid para optar luego, desde ella, a la Presidencia del Gobierno.
Verstrynge asegura que, con la llamada operación Chirac, pretendía mandar a Fraga «a un sanatorio democrático donde aprendiese de verdad democracia, pudiera demostrar que se había enterado y que se podía confiar en él, y donde curara, o calmara, su renacida tendencia a usar vías de acceso al poder incompatibles con la práctica democrática».
Fraga aceptó el proyecto, pero complicaciones posteriores le hicieron sospechar de la preparación de un complot, y a partir de ahí el asunto derivó en la destitución del secretario general.
Verstrynge se negó a dimitir a pesar de que, consumada la ruptura con Fraga, se le privó de la escolta, del chófer y del sueldo. En esas condiciones, esperó la destitución ya que dimitir habría equivalido, según él, a «reconocer una culpa, en realidad inexistente»», resume Sinova.