No siempre salen a la luz. Es la otra cara del ser humano que se ve en las grandes tragedias como las de Nepal, pero también en el día a día hay pequeños héroes anónimos que son vitales para muchos. Entre ellos, los más meyores y los más desfavorecidos.
El próximo lunes 4 de mayo, a las 18.00 horas, en el Auditorio de Caixa Forum, la Fundación Desarrollo y Asistencia celebrará un acto de entrega de placas a los voluntarios que durante 5 años de compromiso han permanecido en alguno de los programas de voluntariado de la ONG. También recibirán placa de honor 3 instituciones por su colaboración con la Fundación Desarrollo y Asistencia.
El evento conocido como el “Día de la Placa” será presidido por el Ministro de Sanidad Asuntos Sociales e Igualdad, D. Alfonso Alonso quien hará entrega de las placas junto con D. Jesús Fermosel, consejero de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad Comunidad de Madrid; D. José Antonio Sánchez, presidente de la Fundación Desarrollo y Asistencia; Dña. Salomé Adroher, Directora General de Familia, Infancia y Servicios Sociales y Dña. Mª Dolores Navarro, delegada del Área de Gobierno de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid.
Este año, el acto se celebra en el marco del XX aniversario de la Fundación en el que además se conmemorará la labor realizada durante estos veinte años.
Desarrollo y Asistencia comenzó en 1995 con un grupo de 30 voluntarios que hacían voluntariado de acompañamiento en el Hospital Clínico San Carlos. Hoy son casi 2.000 voluntarios repartidos entre los cinco Programas que desarrolla la ONG y atienden a una media de 42.000 personas al año con 130.800 horas de acompañamiento. Tiene además acuerdos de colaboración con más de 50 empresas y colegios profesionales.
Los programas que se desarrollan son básicamente el voluntariado en Hospitales, el acompañamiento a mayores en domicilio, el voluntariado en Residencias de mayores, las actividades con personas con discapacidad y el apoyo a personas sin hogar.
Además se han abierto otras líneas de actuación: El Programa de Voluntariado Familiar que se puso en marcha hace 6 años y cuenta con 210 familias voluntarias;
El Programa de inserción socio laboral para personas sin hogar que en sus 2 años de funcionamiento procura ayudar a la búsqueda activa de empleo y el Programa de acompañamiento a refugiados “Befriending”, un programa pionero en España en colaboración con la ONG RESCATE Internacional.
Los voluntarios de Desarrollo y Asistencia abarcan todas las edades, desde el más joven de 18 años hasta el más mayor y veterano que tiene 95 años y que continúa haciendo su voluntariado los lunes y miércoles en el Hospital Puerta de Hierro y la Residencia Ecoplar Aravaca.
Los voluntarios de Desarrollo y Asistencia trabajan en 12 hospitales de la Comunidad de Madrid, 21 residencias de la CM, 292 domicilios particulares, 3 albergues de personas sin hogar, 7 colegios públicos de educación especial para niños con discapacidad, 5 centros de educación especial , 2 centros ocupacionales.
A lo largo de estos veinte años han pasado muchas personas por Desarrollo y Asistencia. Cada una de ellas constituye un testimonio que refleja lo que significa y representa el voluntariado en sus vidas y, como consecuencia, en la sociedad.
¿Sirve ser voluntario? Sí, estas vidas lo demuestran
Gregorio, de estar atrapado por el síndrome de Diógenes a ser un colaborador más
Cuando los servicios sociales avisaron a Desarrollo y Asistencia de la situación de Gregorio, nos encontramos a un solitario insociable, abandonado de sí mismo y con un gran deterioro. Vagabundeaba, buscaba en contenedores y basuras cualquier cosa que llevarse a su casa, quizá como un recurso para su aburrimiento o quizá para llenar de cosas el vacío que sentía. Gregorio tenía un grave síndrome de Diógenes.
Un equipo de voluntarios se pone al frente de la situación. Deciden poner todos sus esfuerzos en ayudarle. Había que empezar por cortar su barba y su pelo, por su aseo personal y la limpieza de su casa, por sacar de allí las toneladas de objetos que había acumulado durante años. Después había que llevarle al médico, arreglar su boca y buscar remedio a su falta de visión para que, una vez transformado físicamente, se pudiera empezar a reeducar sus hábitos.
Después de 4 años de trabajo, de mucho tiempo de dedicación, hoy Gregorio, no solo está completamente rehabilitado, sino que en 2014 se le concedió el carnet de voluntario de Desarrollo y Asistencia.
Genoveva, perdió parte de los huesos de su cabeza tras un atropello embarazada, pero se salvó y eso cambión su vida
En el año 2009, llevando a sus dos hijas al colegio y embarazada de 5 meses, fue atropellada por una moto, quedando entre la vida y la muerte. Los daños más graves fueron en su cabeza. Hubo operaciones a vida o muerte, tuvieron que sacar parte del hueso del cráneo de su cabeza por la inflamación que sufría el cerebro, las secuelas eran seguras: quizá no volvería a hablar bien, quizá no vería por un ojo o quizá tendría que volver a aprender a andar…pero lo importante era la vida de la criatura que todavía vivía dentro.
Después de tres meses de máxima gravedad pudo nacer Pedro, y nació sano.
Genoveva tuvo que enfrentarse a una nueva vida, su cerebro había quedado dañado por lo que no podría volver a ejercer como abogado y dar clases de Derecho Constitucional. Fue entonces, después de la experiencia vivida durante esos meses, cuando se dio cuenta de que quería dedicarse a quienes de verdad lo necesitan: los enfermos y los pobres.
Hoy es coordinadora de voluntariado en el Hospital Clínico de Madrid consciente de que “todo lo que he perdido en mi cabeza lo he recuperado en mi corazón”
Pepe logró que Alfredo superara quedarse ciego tras haber sido piloto: hoy trabaja en la ONCE
Pepe lleva 9 años consecutivos haciendo voluntariado. Hoy es el coordinador del Programa de Acompañamiento en Domicilio. Le fue asignado un nuevo destino vital: Alfredo, un antiguo piloto de aviación que tiene más de 90 años y que se estaba quedando ciego.
Alfredo esta solo todo el día y su única diversión era la lectura. La creciente ceguera le impide leer y ver la Televisión. La oscuridad de sus ojos hace que la soledad que siente sea cada vez más grande y el desánimo y la desesperanza sean totales. Pepe, consciente de los problemas tan graves que derivan de la soledad, se pone una vez más manos a la obra para ayudar a Alfredo. Su ceguera no tiene solución así que busca por otros caminos.
Después de idas y venidas, de búsqueda de información, hoy Alfredo a vuelve a tener la compañía de los libros gracias a unos audios que Pepe consigue cada semana en la ONCE. “He vuelto a vivir” dice Alfredo.
FAMILIA BASAGOITI
Juana tiene 3 hijos con discapacidad: Aroa, Jason y Jaiza. Unos de los problemas más difíciles de solucionar es llenar el tiempo libre de sus hijos. De lunes a viernes están atendidos en su colegio de educación especial Infanta Elena pero Juana apenas tiene recurso y el acceso al ocio durante su tiempo libre es prácticamente imposible.
Por eso la familia Basagoiti, una de las 210 familias que participan del Programa de Voluntariado Familiar de la Fundación DA, se decidió a cubrir esa carencia y, de acuerdo con otra familia voluntaria, se encarga de sacar dos sábados al mes a niños con discapacidad física y/o intelectual entre 3 y 12 años. La familia al completo va a buscar a los tres niños a su casa y pasan unas horas de diversión junto al resto de familias voluntarias.
Llevan casi 5 años participando en el programa y reconocen que “esta actividad es una oportunidad para ayudar estas familias, valorar lo que tienes, beneficiarte en la tuya propia y hacer la infancia de estos niños un poco más feliz”.