24 horas al día durante 24 días. Ha sido el arduo seguimiento que la policía ha realizado sobre Antonio Ortiz Martínez, el pederasta sospechoso de cometer los raptos y abusos de Ciudad Lineal, hasta conseguir detenerle en la mañana de este miércoles. La pesadilla en el barrio madrileño ha terminado y sus vecinos respiran tranquilos.
Lo ha explicado José Luis Conde, el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO
) en televisión. Dos policías se acercaron al sospechoso para pedirle la identificación simulando una identificación rutinaria. La verdadera intención era comprobar más de cerca sus rasgos. Según Conde, cuando volvieron de la identificación aseguraron: «Es el que buscamos».Sin embargo, la policía tuvo que esperar porque no podían actuar sin tener hechos probatorios de sus supuestos delitos.
Antonio Ortiz se dio cuenta de que algo iba de una forma no prevista. Ante la vigilancia de las fuerzas de seguridad, el pederasta decidió desplazarse a Santander, pero la policía no cesó en su empeño por detenerle. .
Alrededor de las 07:37 horas, el sospechoso era detenido en la capital cántabra por el Grupo Especial de Operaciones (GEO). Según ha explicado el comisario, al saber que era una persona violenta y con un amplio conocimiento en artes marciales, no querían correr riesgos. Sin embargo, Antonio Ortiz no ha opuesto resistencia. «No ha dicho ni una palabra desde su detención».
El comisario que ha dirigido la operación Candy ha definido al pederasta como un monstruo, una persona fría y altiva. Los testimonios de las niñas que fueron raptadas por él dan fe de ello. Después de abusar de ellas, las bañaba para borrar pruebas y las desplazaba con total tranquilidad por diferentes zonas del extrarradio de la capital. El sospechoso ya había sido condenado en los años 90 por otro caso de abusos, por lo que también tenía conocimiento de cómo sortear algunas pruebas forenses.
La Policía está registrando tresviviendas en la ciudad de Madrid en busca de posibles pruebas y rastros.
Un pederasta que sale de caza
Además de ser una persona fría, el perfil de Antonio Ortiz, podría definirse, en palabras del comisario jefe de la UDYCO, como un depredador que sale de caza. Sus víctimas no son escogidas con premeditación, sino al azar. Normalmente no las conocía ni existían nexos de unión con él. Los escenarios donde actuar estaban muy estudiados. «Si caza bien, y si no, vuelve a casa».
El detenido es sospechoso de haber cometido ocho abusos consumados en 2014 y tres intentos. En los años 90 ya fue condenado por el mismo delito, por lo que se puede hablar de él como pederasta, al haber una sentencia judicial que lo define así. También se sospecha que ha cometido robos y puede ser juzgado por delitos de maltrato.
La policía quería preservar la identidad y la imagen del detenido para que en las ruedas de reconocimiento, las víctimas y posibles testigos no se vieran influenciadas por las publicaciones de los medios.