Lunes 22. Avistamiento en la madrugada, por parte de la Guardia Civil, de más de cien subsaharianos, sin que se produzca ningún salto. A las 9,35 horas de la mañana llega una patera a las playas de Melilla con once subsaharianos adultos, tres mujeres y tres menores a bordo.
Martes 23. Salto masivo de un grupo de 500 personas. Logran acceder unos 130 de ellos. Ese día fueron atendidos 20 subsaharianos con diferentes lesiones producidas durante el salto. Todas son leves excepto una, que presenta una fractura doble de muñecas. Cinco guardias civiles también fueron atendidos y uno de ellos causó baja.
Miércoles 24. Nuevo avistamiento de madrugada de más de 500 personas. Pasadas unas horas, un grupo de unos 200 trata de entrar a la fuerza logrando acceder a Melilla sólo 10 de ellos.
Jueves 25. En torno a las 12,15 de la noche se produce una nueva avalancha de inmigrantes. De un grupo de unas 120 personas que tratan de asaltar la valla consiguen su objetivo unos 40. A las 5,30 horas de la madrugada, las fuerzas de seguridad avistan a un grupo de unos 300 merodeando la frontera, aunque no fuerzan la entrada y finalmente son repelidos por la actuación conjunta de las policías española y marroquí.
Este mismo día, en torno a las dos de la madrugada, la Guardia Civil detecta a un subsahariano inconsciente de unos 30 años en la zona llamada Vaguada de Linares, a pocos metros de la valla y en territorio español. Los agentes acuden a auxiliarlo y comprueban que está muerto. En principio y a la espera de que lo confirme la autopsia, la causa de la muerte es una parada cardiorrespiratoria, ya que no se aprecia en su cuerpo ningún tipo de herida o contusión.