España ha alcanzado sus mejores notas en matemáticas y comprensión lectora, y las segundas mejores en ciencia, según el informe PISA. ¿Hay relación directa entre lo que un Estado gasta en educación y el rendimiento de sus alumnos? ¿A mayor inversión, mejores resultados? ¿Cómo afectan los recortes?
NO: A PARTIR DE UN NIVEL DE GASTO, LOS RENDIMIENTOS SON DECRECIENTES
1. Mejores resultados sin mayores gastos
Si damos por bueno la fiabilidad de este informe anual sobre la calidad de la enseñanza en los países desarrollados, es un hecho que los recortes en educación no han tenido efectos irreparables en el nivel de la enseñanza española.
En España el gasto público por estudiante en 2013 fue un 88,73% respecto al de 2010 y, sin embargo, los resultados no han descendido de forma significativa: de 496 a 493. Luxemburgo, con más del doble de gasto por alumno que España, ha caído ocho puntos.
2. ¿Se pueden obtener mejores resultados no habiendo gastado más?
Sí. Lo explica la OCDE con el siguiente razonamiento: Entre los países y las economías cuyo gasto acumulado por estudiante se ubica por debajo de 50.000 dólares, un mayor gasto en educación sí se asocia con mejoras significativas en los resultados de PISA. Pero éste no es el caso entre aquellos países y economías cuyo gasto acumulado por estudiante supera los 50.000 dólares, categoría en la que se hallan la mayoría de países de la OCDE. En este último grupo, los elementos que explican el rendimiento académico son otros distintos a la inversión educativa”.
España gasta 103.000 dólares por alumno, más de un 50 por ciento más sobre el límite máximo que PISA establece para mejorar la calidad de la enseñanza mediante el gasto. O dicho de otra manera, España está inmersa ya en ese nivel de gasto donde los rendimientos son decrecientes.
Según el estudio sobre “Cuentas de la Educación en España”, de la Fundación BBVA, la evidencia empírica “suele mostrar una relación bastante débil entre la cantidad de recursos invertidos y el rendimiento de los estudiantes, ya que gran parte de la variación en el rendimiento se explica a través de la calidad de los recursos y de cómo estos se acaban empleando”.
3. ¿Es Finlandia el modelo a seguir?
No necesariamente. El país escandinavo gasta un 35 por ciento más por alumno que España, pero Estonia, que gasta menos que ambos, obtiene mejores resultados que Finlandia y España en ciencia y matemáticas. Además, hay regiones españoles que están al nivel finlandés gastando menos. Los alumnos de Madrid obtienen en ciencia 519 puntos, solo dos menos que los finlandeses.
Comparémonos entonces con Luxemburgo, por ejemplo, donde no ha habido recortes. Su gasto por alumno duplica ampliamente al de España (247.800 dólares frente a 103.000), pero nuestros alumnos han alcanzado una puntación de 493 frente a los 482 de los estudiantes del Gran Ducado.
Otro caso más: Turquía ha incrementado su gasto público en educación en un 22,83% en el periodo 2010-2013 y sin embargo sus resultados en ciencias en PISA han disminuido casi 40 puntos.
4. ¿Profesores mejor pagados implica mejor rendimiento de los alumnos?
No necesariamente. Los sistemas educativos de mayor rendimiento son los que mayores salarios pagan a sus profesores. Esta tendencia se observa sobre todo entre los países de renta alta. Los profesores españoles ganan más que la media de la OCDE, según el último estudio internacional elaborado, pero el rendimiento de los alumnos españoles no ha ocupado estos años un puesto equivalente. Es la contradicción española: salarios por encima de la media y rendimientos por debajo.
5. El factor motivacional
Según el informe TIMSS 2015, presentado la semana pasada, el alumnado español recibe una enseñanza motivadora en el 82% en el caso de Matemáticas, y del 81% en el caso de Ciencias, porcentajes muy superiores al promedio de la OCDE.
En Matemáticas, aquellos alumnos que declaran “me gusta mucho estudiar Matemáticas” obtienen 20 puntos más en sus resultados que la media de la OCDE con respecto a los que declaran que “no les gusta estudiar Matemáticas”.
SÍ: EL (BUEN) GASTO PÚBLICO ES CLAVE PARA MEJORAR EL PISA
1. Para empezar, lo único que muestran los datos del informe PISA es un estancamiento. Así lo asegura el propio autor Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, en una entrevista en ‘El País’. Basta fijarse en que el mayor aumento, los siete puntos de Comprensión Lectora, supone tan sólo un 1,4% de crecimiento con respecto a la oleada anterior, y ello en un estudio con un amplio margen de error (en 2007 un análisis lo calificó de “pura especulación”). Pero es que, además, esa subida se produce tras un desplome de 32 puntos desde los 493 en 2000 a los 461 en 2006. Se sube en ese factor tras un desplome. Las subidas en las otras dos asignaturas, Matemáticas y Ciencias, son aún más insignificantes: un 0,5%.
2. Mucho más atinado es el recordatorio de que el propio PISA considera que, a partir de un gasto de 50.000 euros por estudiante (España y casi toda la OCDE están muy por encima), el efecto de aumentar la inversión no afecta a las notas. ¿Es esto prueba de que los recortes no afectan al resultado? PISA, en realidad, usa datos totales de gasto, público y privado. Y en España esa cifra total no ha cambiado fundamentalmente. Lo que se ha hecho es un transvase: se ha reducido el gasto público al mismo ritmo en que ha aumentado el gasto privado. El erario ha pasado de gastar 47.000 millones en 2009 a 39.700 en 2014. El privado que realizan las familias ha pasado de 21.800 millones a 29.700. Las familias españolas gastan un 28% más en educación que cuando comenzó la crisis, según un estudio de la Fundación BBVA.
3. Pero este trasvase de lo público a lo privado sí afecta a otra de las grandes preocupaciones de la OCDE: la inequidad del sistema educativo. Los alumnos procedentes del sector más pobre de la población tienen el triple de posibilidad de repetir curso que los del resto de la población. A estos es a los que afecta en mayor medida un recorte del gasto en educación pública. Si se reduce la inversión pública y aumenta la privada no se está mejorando el sistema educativo como conjunto, porque se hace más desigual.
4. Durante la crisis y los recortes, el ratio de alumnos por clase ha aumentado cinco veces más en el sistema público que en el privado, según CCOO. Nadie puede defender que con más alumnos la educación sea mejor. Para reducir ese ratio hay que contratar profesores y construir colegios. No existe otro modo.
5. Hay un último argumento, intuitivo: España tiene un severo problema, reconocido por todos, de autoridad y motivación del profesorado. Al mismo tiempo, uno de cada cuatro profesores es interino, 200.000 son despedidos en verano para ser contratados al inicio del curso. No es sólo cuestión de dinero. Pero es, también, una cuestión de dinero.