La Formación Profesional Dual, el nuevo formato de FP en el que los estudiantes completan su plan de estudios principalmente trabajando en una empresa, parece estar calando entre los jóvenes y las empresas en sus tres primeros cursos académicos desde que se implantase en todo el territorio nacional.
Este novedoso modelo en nuestro país, muy extendido en potencias europeas como Alemania, Suiza y Austria, ha incrementado sus alumnos en un 70% en el último año y los ha multiplicado por cuatro en dos años, hasta superar los 16.000 en todo el país. A pesar de ello, todavía lo cursan menos del 2% de la población juvenil estudiante.
Por su parte, el número de empresas participantes en este modelo educativo incipiente en nuestro país se ha disparado en el último año, alcanzando las 4.833.
Igualmente ha sucedido con los centros de formación que imparten esta modalidad de FP, que han pasado a ser 726 en todo el territorio nacional.
La FP Dual es una de las mejores herramientas para reducir el paro, pero aún existen barreras que entorpecen su desarrollo en nuestro país, según las conclusiones del informe La Formación Profesional Dual como reto nacional, elaborado por la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, IESE Business School, y Citi Foundation, la fundación de Citibank.
La Formación Profesional Dual, a juicio del profesor del IESE José Ramón Pin, es una buena forma de combatir el altísimo nivel de desempleo juvenil que sufre nuestro país porque el índice de inserción de este tipo de estudiantes es muy elevado en comparación por ejemplo al de muchos grados universitarios.
El profesor ha subrayado que en los países en que la FP Dual es algo «completamente normal», la empleabilidad de quienes realizan estos programas en las compañías en que se han formado «es del 90%». En su opinión, si las empresas únicamente aprovechan la FP Dual como una forma de «tener trabajadores a bajo coste», sin contratarlos al terminar sus estudios, «estarían dilapidando mucho conocimiento» adquirido durante sus años de formación en la compañía.
Además, ha recordado que la FP es una vía de acceso también a la universidad y no impide alcanzar los niveles de formación más altos, hasta el doctorado incluso.
La maraña autonómica
José Ramón Pin, director del International Research Center on Organizations (IRCO) del IESE y profesor de esta escuela de negocios, ha advertido sin embargo, en la presentación del informe, que la FP Dual aún tiene que enfrentar en España «demasiadas trabas burocráticas». Por ejemplo, una empresa con sedes en distintas comunidades autónomas que quiera implantar la FP Dual en sus diferentes centros de trabajo se encuentra con 17 normativas, una en cada autonomía. «Hay que simplificar los procesos administrativos. Si las empresas necesitan profesionales pero ven que esto se les complica, mucho al final irán al mercado laboral, los contratarán y punto», ha explicado Pin.
El modelo general de FP Dual implementado en nuestro país por el Ministerio de Educación de José Ignacio Wert es común a todo el territorio, pero el desarrollo de algunos detalles concretos corresponde a los ejecutivos regionales que tienen transferidas hace años las competencias en materia educativa.
Los pros son mayores que los contras en las empresas
También en algunas empresas españolas que no conocen bien aún el modelo de la FP Dual y que no tienen tradición de incorporar a estos estudiantes, esta propuesta cuenta en ocasiones con reticencias iniciales porque es visto como una pérdida de tiempo de trabajo de sus profesionales, que deben guiar y tutorizar a los jóvenes.
Pero el profesor del IESE ha destacado que, muy al contrario, que la implantación de este sistema formativo tiene grandes beneficios para las empresas, mucho mayores que sus posibles inconvenientes. Entre ellos ha señalado que la FP Dual se ha convertido en el mejor proceso de selección de personal en aquellos países en los que se ha desarrollado. Hace posible la incorporación de trabajadores que «conocen perfectamente todos los procesos de la empresa» y a los que la compañía también conoce y prueba durante varios años.
Además, se introduce un componente de «motivación» en el centro de trabajo en las personas implicadas en la tarea de formar a estos estudiantes. Sin olvidar las ayudas que las administraciones ha puesto en marcha para fomentar este modelo educativo, entre las que se incluyen bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social.
Los responsables de empresas como Bertelsmann, Siemens, Seat, Basf y la Fundación Bertelsmann, entre otras, ya han mostrado públicamente su satisfacción con esta experiencia en estos primeros cursos académicos.
Los sindicatos, en contra
En este sentido, ha desdeñado la oposición de los sindicatos a la implantación de la FP Dual en España y ha juzgado que se debe a que «ningún sindicalista español ha estudiado todavía FP Dual». «Si no, estarían a favor».
La resistencia al cambio en los centros educativos
A juicio del profesor del IESE, se produce un «choque cultural» que frena una mayor implantación del modelo de la Formación Profesional Dual como ha sucedido también, por ejemplo, con la posibilidad de introducir títulos de grado universitarios de tres cursos, y que ha llevado a los rectores a acordar su aplazamiento hasta el año 2017. «Algunos profesores piensan que van a tener menos horas lectivas o incluso piensan que puede peligrar su puesto. Después, se dan cuenta de que pueden delegar ciertas tareas para dedicarse a otras», ha explicado José Ramón Pin.
Algunas de las dificultades para implantar en mayor medida este modelo en España son la falta de profesionales en las empresas que puedan hacer de tutores de los estudiantes en el centro de trabajo y la mentalidad entre los profesores de los centros educativos.
Por otra parte, ha señalado que para muchos padres españoles «el camino de sus hijos pasa necesariamente por la universidad». Por eso hay que trabajar también en una mayor aceptación de esta nueva propuesta educativa entre las familias españolas.
Adaptarlo al sector servicios español
Pin, director del informe, ha señalado que el modelo de FP Dual proviene de países con un sector industrial muy desarrollado, por lo que se hace necesario adaptarlo también a las particularidades del sector servicios español, especialmente en actividades como la hostelería o el turismo, con gran demanda de trabajadores, pero con características organizativas, de horarios, turnos, etcétera, muy diferentes a las plantas de producción industrial. La introducción de la formación online podría ser una buena forma de lograr esa flexibilidad que requieren las empresas de servicios.
Además, la creación de cursos de FP Dual en los que la parte académica se curse a través de Internet permitiría impartir estos planes en zonas de España en las que hay centros de producción pero no escuelas de FP.