España envejece cada año más y aún así no se hace nada por proteger a las familias numerosas. Así lo destaca la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN), que asegura que hacen falta muchas medidas para que estos colectivos puedan llevar una vida con todas las necesidades esenciales cubiertas. Se pueden perder un millón de niños en los próximos 10 años si no se hace nada para incentivar la natalidad.
En nuestro país el riesgo de exclusión de estas familias es muy grande. Está el tercero por la cola en este sentido en la Unión Europea, solo delante de Bulgaria y de Rumanía. Según datos de Eurostat de 2012, el 43,6% de los hogares españoles con tres hijos o más se encontraba en riesgo de vulnerabilidad social.
En el resto de Europa sí se cuida a las familias, sobre todo a través de ayudas económicas. Un buen ejemplo es Noruega, donde las familias reciben 125 euros al mes por hijo durante 18 años y las madres tienen 47 semanas de baja cobrando el 100% del sueldo, y pueden ampliarlo a 57 con el 80% de la retribución. Además, los padres disponen de 14 semanas de permiso.
“Toda persona de nacionalidad francesa o de nacionalidad extranjera que reside en Francia y que tiene a su cargo a un hijo o más que residen en Francia, disfrutará por estos hijos de las prestaciones familiares…”. Las prestaciones familiares representan un porcentaje de la base mensual reguladora tomada para el cálculo (BMAF) fijada a 399 €.
El importe de los subsidios familiares representa, por dos hijos, un 32% de la base de cálculo (127,68 €), un 41% de esta misma base por cada hijo sucesivo, o sea, 163,59€ por cada hijo sucesivo.
Los límites de renta en España para las ayudas son excesivos
El informe del Instituto de Política Familiar subraya las diferencias entre España y la mayoría de los países europeos en medidas para potenciar la natalidad. El gasto medio en familia llega al 2,2% del PIB en Europa (un punto menos en España) y cuatro de cada cinco hogares europeos tienen acceso a prestaciones por hijo. Unas ayudas que van desde 216 euros que reciben en Luxemburgo, a 164 en Alemania y 104 en Bélgica.
En Italia, la ayuda es mayor que aquí, de 77 euros por el primer hijo, pero el límite de renta no es tan restrictivo: se sitúa en los 68.749 euros. Lo mismo pasa en Portugal, que concede 23 euros por el primer menor siempre que la familia no sobrepase los 27.249 euros al año de ingresos.
De Noruega, cuya tasa de natalidad 1.98 hijos por mujer, se destaca también su red de guardarías públicas o subvencionadas. Si un menor no asiste a un centro infantil público, el Estado abona a la familia el coste de este servicio. También, la administración otorga una prestación para el cuidado de los niños. Esta ayuda puede elevarse al 64% de los gastos reales y se puede recibir durante un año.
No todo son ayudas. También se promueven excedencias y medidas para flexibilizar la jornada laboral. Por ejemplo, en los países anglosajones se potencia el trabajo parcial compartido entre dos personas para conciliar la vida laboral y familiar.
Las ayudas económicas a las familias españolas son de las más bajas en toda la UE, tanto por su cuantía como por su no Universalidad y su nula actualización según denuncian desde el Instituto de Política Familiar. Las prestaciones por hijos a cargo en España no llegan ni al 0,1 por ciento del PIB. En el año 2011 se dedicaron a las distintas prestaciones familiares 1.000,67 millones de euros, lo que significó el 0,09 por ciento del PIB. En aquel año, España fue el cuarto país que menos ayudas directas destinó a las familias, sólo por delante de Polonia, Bulgaria y Lituania.
El límite de renta que se establece para recibir la asignación por hijo es muy restrictivo, hasta el punto de que solo una de cada diez familias recibe esta ayuda. En cambio, países del entorno sí conceden prestaciones y más cuantiosas a todas las familias; son los casos del Reino Unido (85 euros por el primer hijo), Alemania (164), Bélgica (104), Suecia (97), Francia (145, a partir del segundo), Irlanda (166) o Grecia (8). El estudio señala que cuatro de cada cinco familias europeas recibirá una ayuda directa por hijo.