La ley de la montaña es dura y cruel. Actividad de gestas espectaculares, también la historia del alpinismo está salpicada de tragedias. Este es el caso, pues desde el pasado día 9 de marzo, tres alpinistas están en paradero desconocido en el Hidden Peak, una montaña del Himalaya de 8.068 metros. Los tres desaparecidos forman parte de la expedición internacional que estaba abriendo una nueva ruta en la vertiente sudoeste. Se trata del austriaco Gerfried Göschl, el suizo Cédric Larcher y el pakistaní Nisar Hussein.
La situación se puede considerar angustiosa, pues la temperatura en la zona en la que desaparecieron puede llegar a los 40 grados bajo cero, con un viento por momento de más de 50 kilómetros por hora. En esas condiciones, según coinciden en señalar los expertos, es prácticamente imposible sobrevivir.
El último en ver a estos tres montañeros fue el español Álex Txikon, integrante de esta expedición. El viernes al mediodía les perdió de vista cuando se encontraban a unos 200 metros de la cumbre. Álex optó por esperar a la vista de las malas condiciones, una decisión acertada a la vista de lo sucedido a sus colegas. Hay que subrayar que su compañero Carlos Suárez regresó a España hace unos días. Los demás miembros del grupo decidieron hacer un último intento. En este caso trágico.
Los tres alpinistas desaparecidos llevaban un walkie, pero desde que el español les perdió de vista, no ha habido ningún tipo de contacto con ellos. Dos alpinistas de Pakistán están subiendo la montaña, pero por otra ruta más sencilla, pero por el momento no hay rastro de los tres alpinistas.
Los miembros de esta expedición consideran que podrían haber alcanzado la cima, y que habrían emprendido el descenso por otra ruta para alcanzar el Campo 2. Además, se tiene mucha fe en Nisar Hussein, un auténtico experto y uno de los grandes alpinistas de la historia de su país.