La pesca eléctrica es un método «radicalmente eficaz pero devastador para los ecosistemas marinos» además de una práctica que, más allá de cuestiones éticas y de bienestar animal, «cuestiona la evolución de las pesquerías europeas y perjudica aún más el medioambiente»
Lo aseguran 16 expertos europeos, entre los que se encuentra la exministra de Ecología de Francia y Presidenta de la COP21, Ségolène Royal, que han firmado la tribuna ‘Europa debe prohibir la pesca eléctrica’, publicada hoy en Efeverde, la plataforma medioambiental de la Agencia EFE, y en el diario francés Le Monde.
«Las aguas europeas han sido explotadas durante siglos», recuerdan los expertos, «y se encuentran ahora entre las más sobreexplotadas del mundo», por lo que, a su juicio, «aceptar la pesca eléctrica sería amenazar la sostenibilidad de las actividades pesqueras», ya que la sobreexplotación «se agravaría».
Los expertos han afirmado que la aceptación de esta técnica supondría admitir que no quedan «suficientes peces para que los pescadores llenen sus redes sin recurrir a artes de pesca cada vez más eficientes» y, como consecuencia, «se ven obligados a una escalada tecnológica para compensar un recurso disminuido».
Añaden que «Europa no gestiona sus pesquerías de manera que garantice la reconstrucción exitosa de las poblaciones de peces» y lamentan que se otorguen millones de euros a «apoyar la innovación» con el argumento de que la pesca eléctrica «consume menos combustible que la pesca de arrastre de fondo convencional».
Además, ponen como ejemplo a Francia, que se opuso «firmemente» a la pesca eléctrica en febrero de 2017, cuando la exministra de Ecología, Ségolène Royal pidió a la Comisión Europea su prohibición.
En cambio, la propuesta legislativa que se debate en la actualidad en el Parlamento Europeo «trata de extender la pesca eléctrica en Europa y de convertirla en un método de pesca convencional».
Por ello, los firmantes instan a los diputados del Parlamento Europeo a que cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto, con el objetivo de «poner fin a las prácticas de pesca destructivas para el 2020» pues así «actuarán como guardianes de los ecosistemas marinos y de las comunidades pesqueras» y «garantizarán un futuro mejor».