La lluvia de estrellas conocida como las Líridas, llegan este martes 16 de abril, y se quedarán iluminando el firmamento hasta el 25 de abril, en una de las citas más esperadas del año por los aficionados en la astronomía.
Según el astrónomo Miguel Gilarte, de la Asociación Astronómica de España, es una la de las lluvias de estrellas fugaces más importantes del año, junto con las Perséidas, las Leónidas y Cuadránticas, y, al igual que en estos casos, puede ser observada sin necesidad de telescopios.
En un artículo publicado en el portal de la asociación, Gilarte ha explicado que las Líridas se observan en una media de 18 meteoros por hora, aunque en ocasiones se alcanza el máximo de 200 meteoros. Es por esta razón por la que los expertos la señalan como impredecible.
Gilarte ha indicado que, si se produce una media amplia en el número de meteoros, «se podría ver una lluvia que rivalizaría con las más vistosas e importantes de cada año». En este sentido, ha apuntado que los meteoros de esta lluvia suelen ser brillantes y pasan a una velocidad moderada, entrando en la atmósfera de la Tierra a unos 49 kilómetros por segundo o, lo que es lo mismo, a 175.000 kilómetros por hora.
Además, ha explicado que los meteoros se hacen visibles en una primera toma de contacto con la atmósfera a 100 kilómetros de altura y suelen desaparecer cuando alcanzan los 50 kilómetros de altura, dependiendo del tamaño y masa del objeto podrá acercarse más o menos al suelo antes de desintegrase.
La Luna será el enemigo este año
Las Líridas se podrán observar desde el 16 al 25 de abril, pero la máxima actividad se espera en la noche del 22 al 23 de abril. La Asociación Astronómica de España ha destacado que el inconveniente de este año para disfrutar con plenitud del espectáculo, es la luz de la Luna, ya que faltarán unos 4 días para convertirse en Luna llena. Por ello se recomienda empezar a observar la lluvia los primeros días del comienzo, el día 16 de abril, ya que la Luna estará en fase de creciente.
La asociación ha señalado que existen más de 150 lluvias de meteoros al cabo del año. Los nombres de estas lluvias proceden de la constelación de donde parten los meteoros, es el caso de las Acuáridas ya que nacen en la constelación de Acuario o las Cígnidas cuyo origen es la constelación del Cisne.
La mayor parte de estas 150 lluvias, no son importantes y apenas se pueden contemplar en la noche de máxima actividad meteórica algunos meteoros débiles. Pero otras lluvias son dignas de mencionarse y de ser observadas a simple vista, son las reconocidas como más importantes.
Los meteoros, son del tamaño de un grano de arena, de una lenteja o un garbanzo en el mejor de los casos, aunque pudiera dar el caso de partículas mayores, que brillarían más que el planeta Venus, que es el objeto celeste más brillante tras el Sol y la Luna.
En este caso, los meteoros son partículas del cometa C/1861 G1 (Thatcher). Este cometa emplea en girar en torno al Sol 415 años aproximadamente, por lo que es considerado de largo período. La última y máxima aproximación del cometa con respecto a la Tierra ocurrió el 5 de mayo de 1861 (año en que se descubrió) y la máxima aproximación al Sol, ocurrió el 3 de junio del mismo año.