Los taxistas de Madrid y Barcelona han dado un golpe sobre la mesa con la huelga de estos días: Uber y Cabify son »competencia desleal», es lo que dicen las asociaciones. Sin embargo, los llamados modelos de negocio digital, sobretodo en el transporte son legales, la Unión Europea los defiende y cada vez tienen más usuarios en España.
¿Quién tiene razón en este conflicto? ¿Están los taxistas intentando proteger un sector clave o luchando contra el progreso digital? Estos son los argumentos clave de unos y otros sobre el problema del taxi.
La economía digital es el futuro
- El sector del taxi no tiene libre competencia: El sector del Taxi depende del número de licencias que emitan los ayuntamientos. Se trata de un sistema proteccionista que limita la libre competencia y hace que los precios no puedan bajar ya que están pactados entre ayuntamiento y taxistas. Por ejemplo, un viaje al aeropuerto tiene un precio fijo de 30 euros en Madrid, aunque estés a 500 metros de distancia. Esto no ocurre con aplicaciones como Uber y Cabify, cuyo precio fluctúa en función de cuantas personas piden un servicio y cuantos vehículos hay disponibles en la zona. Coger uno de estos coches es más barato para el usuario.
- Es el futuro de la economía: El avance del mundo digital es imparable. Según los datos de PwC aseguran que el mercado potencial de los negocios colaborativos asciende a los 570.000 millones de euros para 2025. El mundo está cambiando con la tecnología y creando nuevos modelos de negocio para adaptarse a las necesidades de los usuarios, los sectores »tradicionales» ya no funcionan. El aumento de clientes de Uber y Cabify en otros países de Europa y el mundo demuestra que los clientes quieren tener disponibilidad total cuando se mueven por las ciudades.
- La Unión Europea y España avalan su legalidad: En un primer momento se alegó que estas aplicaciones no cumplían la legalidad española. Sin embargo, en este momento sí lo hacen y operan con licencia. Tanto Cabify como Uber tienen a sus conductores con una licencia VTC, estas licencias ya existían antes de las aplicaciones: se utilizaban para limusinas y chofers. Los taxistas están en contra de que se liberalice el sector, según dicen los sindicatos. Sin embargo, el sector no se está liberalizando, solo se están sacando más licencias para «estabilizar» el número de permisos al haber mucha más demanda. A día de hoy solamente hay 7.000 licencias VTC en España frente a las 71.000 licencias de taxi.
- Los conductores tienen preparación y sueldos dignos: Otra de las reivindicaciones de los taxistas es mantener un servicio «de calidad» y preservar las tarifas reguladas para tener un empleo «digno». Sin embargo, los conductores de Uber y Cabify cobran, de igual forma que los taxistas, en función de las carreras que hacen. Además, ambas empresas piden a sus conductores una formación específica. De hecho, muchos de ellos son antiguos taxistas o choferes.
Las apps atentan contra la competencia
- Las apps especulan con los precios: Desde el sector del taxi aseguran que están en contra de la «desregulación que ha llevado a la crisis que padecemos». La desregulación de los precios de las carreras supondría «entregar en bandeja» el sector a las multinacionales. Si desaparecen las tarifas reguladas se podrá cobrar lo que se quiera y los precios se multiplicarían por diez, según los cálculos de la gremial.
- Cualquiera podría conducir: El sector del taxi actualmente tiene unos criterios de adquisición de licencias o para ser conductor. Así, es necesario pasar un examen de actitud, tener determinados años de carnet y aprobar una prueba de inglés, entre otros requisitos que dependen de la ciudad. Si el sector se liberaliza cualquiera podría ser taxista lo que supondría una «precarización» y una bajada de la profesionalidad de los conductores.
- Se trata de un servicio público: «Para las multinacionales si no hay negocio no hay servicio», dicen los taxistas. El sector del taxi no puede ser privatizado ya que se trata de un servicio público básico y necesario para complementar otros servicios como el autobús o el tren. En España actualmente hay 71.000 licencias de taxi públicas, la mayoría de ellas en Madrid (15.000) y en Barcelona (11.000), pero también las capitales de provincia tienen servicios de taxo (entre 500 y 100 licencias por ciudad) ya que se trata de un servicio público que se garantiza también en núcleos de población pequeños.
- Es competencia desleal: Por todo lo anterior, estas aplicaciones «no respetan ni los requisistos de la leal competencia, ni los derechos de los usuarios del transporte, ni los requisitos de seguridad, ambientales, sociales o fiscales». Por lo que se trata de un servicio de competencia desleal.