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El marketing surge para las empresas de la necesidad de conocer las demandas del mercado, es hacer llegar al público las ofertas y recibir por ellas la respuesta más positiva posible. No se trata de algo que no se haya probado antes, desde el inicio del comercio se ha hecho marketing. El comercio en internet o ecommerce ha revolucionado este mundo de apasionante dinamismo.
En la época moderna tienen lugar dos fenómenos nuevos que refuerzan esta misión del marketing, la competencia y los vertiginosos cambios tecnológicos, económicos y sociales. El departamento de marketing adquiere una relevancia estratégica clave para la mayoría de las empresas.
El comercio electrónico aprovecha las posibilidades que abre internet para la comunicación global. Este canal ya no es en la actualidad una alternativa a la tienda o oficina física. Es una herramienta imprescindible para poder progresar en un mercado que evoluciona a ritmos de velocidad creciente.
Una agencia de inbound marketing aplica metodologías de eficacia probada en la tarea de llevar un producto o servicio al mercado. Los servicios de marketing digital facilitan el acceso al mercado de nuevas empresas. Después la experiencia y el conocimiento obtenido de estas interacciones exitosas iniciales serán la mejor base para el desarrollo y progreso en el futuro.
Marketing de atracción son las nuevas palabras claves
El marketing de atracción o como es conocido por su denominación inglesa inbound marketing interpreta el comportamiento del público en internet y sale a su encuentro. El inbound marketing está íntimamente asociado a la metáfora del embudo (o funnel en inglés) y reúne un conjunto de técnicas o procedimientos para hacer conocer una oferta y motivar a la acción de compra.
Se dan varias etapas en esta conquista de un cliente y en cada una de ellas se aplica una técnica específica antes de pasar a la siguiente. Básicamente tenemos como las etapas más esenciales: la atracción de tráfico, la conversión y la cualificación. A través de estas etapas se conduce al público hacia la venta en grupos progresivamente más reducidos.
La atracción de tráfico se realiza por la generación y distribución de contenidos relacionados con el producto o servicio que queremos vender. Es una forma de focalizarse en el público objetivo hacia el que debemos dirigir las ofertas y propuestas.
Lógicamente es fundamental que sea lo mayor posible para que el porcentaje que deje al final como clientes una cifra neta económicamente interesante. Los contenidos son en esta fase el elemento diferenciador para localizar a este público objetivo.
Cuando se ha localizado a este público objetivo empieza la fase de conversión se trata de ofrecer algún tipo de servicio o producto gratuito a cambio de datos de contacto. Son siempre llamadas a la acción por las cuales ya podemos personalizar en cada interesado los efectos que producen nuestras campañas.
La cualificación es la fase más automatizada. Por medio de e-mailing u otras técnicas se mantiene un contacto directo con el público para llegar a concretar una venta. En inglés se denominan Marketing Qualified Leads y es el objetivo estratégico de todo el ciclo de procesos.
El comercio electrónico es una realidad de primerísima importancia económica. Los fenómenos como Amazon o Alibaba son un ejemplo del potencial de internet como herramienta de comercialización global. Pero aún estamos en una etapa inicial que se acelerará con nuevas formas de pago, el internet de las cosas, la impresión 3D y las tecnologías de inteligencia artificial.
La mejor forma de adivinar el futuro es participar de sus avances desde el momento presente. En ecommerce se aprende por prueba y error. Y la velocidad de avance se acelera con las técnicas empleadas por los que ya han conseguido el éxito.