Según el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, los acusados acordaron traer mujeres jóvenes de Rumanía, con la excusa de ofrecerles trabajo, y lo que en realidad pretendían era «destinarlas al ejercicio de la prostitución lucrándose con parte de lo que ellas recibían a cambio de sus servicios sexuales».
De esta forma, a través de terceras personas en Rumanía, «captaron el interés de dos hermanas, ambas testigos protegidas» y las trajeron a España. Una vez aquí, «les quitaron el pasaporte y las amenazaron con maltratarlas a ellas o matar a sus hijos en su país si no ejercían la prostitución».
Para ello, les compraron «ropa adecuada» y las llevaron a un club en donde concretaron «los precios y comisiones».
Sin embargo, añade el escrito del fiscal, «una de ellas se negó» y fue llevada a un piso «donde la abofetearon y la cogieron del cuello», después le devolvieron el pasaporte, porque «supuestamente organizaron su vuelta a Rumanía y la pasearon por el casco urbano albaceteño, momento que ella aprovechó para huir».
El escrito señala también que su hermana fue «obligada a desempeñar funciones sexuales, bajo amenaza de que harían daños a ambas».