Los hechos que han motivado la petición de entrega de Firasat por parte de las autoridades del país asiático no tienen nada que ver con el vídeo de Mahoma, sino con delitos de asesinato y falsificación de documento público.
El organismo policial internacional Interpol emitió hace unos meses una notificación roja (la de más alta categoría) para buscar y detener a este hombre afincado en España, Imran Firasat, y sobre quien el Ministerio del Interior inició un proceso para expulsarle del país por poner en riesgo la seguridad nacional.
En la ficha policial de este individuo recogida por Europa Press, se incluye una breve descripción del sujeto como su nombre completo, Imran Firasat Sulaeman, de 34 años y nacido en Lahore (Pakistán). Según Interpol habla inglés y español y tiene las nacionalidades española y paquistaní.
También añade datos físicos como la foto, su estatura (1»65 m) y su peso (65 kilos) o que tiene el pelo negro y los ojos marrones. Interpol pide a todo aquel que tenga alguna información sobre esta persona que contacte con las autoridades, para lo que facilita un canal de comunicación con la Secretaría General de este organismo.
CONOCIDO DE LA POLICÍA Y JUSTICIA ESPAÑOLA
La Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional rechazó en febrero el recurso presentado por el ciudadano paquistaní, quien solicitó anular cautelarmente la decisión del Ministerio del Interior de retirarle la condición de asiliado por poner en riesgo la seguridad nacional al grabar un video ofensivo contra los musulmanes, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Este ciudadano que se define como ex musulmán anunció el pasado mes de diciembre el estreno de una película sobre la vida de Mahoma. En la promoción oficial de la cinta difundido por Internet se preguntaba si el primer profeta del Islam era un «violador de niños» y un «asesino». El autor aseguraba además haber contado con la colaboración del pastor estadounidense Terry Jones, quien en 2010 anunció un plan para quemar coranes despertando la ira del mundo islámico.
La grabación de este video y su publicidad a través de Internet llevó a Bélgica a elevar su nivel de alerta antiterrorista y el Ministerio del Interior que dirige Jorge Fernández Díaz decidió abrirle un expediente para revocar la condición de asilo en España que había solicitado semanas antes.
Además, el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid advirtió a Firasat de que, en caso de que difundiese el video, ordenaría a la Policía su detención inmediata por un delito de incitación al odio y a la violencia religiosa.
Este individuo tomó la decisión de aplazar el estreno del vídeo y se ofreció a modificarlo ya que, según dijo en su web, no quería «ser recordado como un hombre que fue responsable de la pérdida de vidas y propiedades».