Ha sido apartado de esta responsabilidad como jefe de lo Penal, debido a la perdida de confianza de la jefa de la Abogacía del Estado, Consuelo Castro, al oponerse al criterio de acusar a los líderes del ‘procés’ por el delito de sedición.
Bal, que ha sido el encargado de defender al Estado en la causa que se sigue en el Tribunal Supremo, no impugnó durante todo el procedimiento el criterio de la Fiscalía de que se pudo cometer un delito de rebelión, si bien en el escrito de acusación de la Abogacía del Estado se optó finalmente por acusar por el delito de sedición. Dicho escrito iba firmado por Castro.